El apreciable caudal de agua que se deriva a través de la cuenca de los ríos Salí (Tucumán) y Dulce (Santiago), desbordó canales de riego e inundó zonas en la que residen familias de agricultores de escasos recursos económicos.

El comisionado rural Alfredo Ponce estimó en más de 4 mil el número de personas afectadas por las inundaciones e informó que efectivos de Defensa Civil trabajan en el lugar en la ayuda de los damnificados.

Asimismo, la rotura de la alcantarilla y un puente construido en condiciones precarias, obligó a interrumpir el tránsito de vehículos en la ruta 16, que une las localidades de Pinto y Sumampa, a 180 kilómetros al sureste de la capital provincial.

Asimismo, un relevamiento realizado en las últimas horas por Defensa Civil, da cuenta que alrededor de otras 300 personas permanecen aisladas en las poblaciones de El Albardón y Santos Lugares.

La situación que obligó al gobierno provincial a decretar la emergencia hídrica también dejó aislados a pobladores de Bandera Bajada, tras el desborde del canal San Jorge, que cubrió de agua a una docena de casas tipo "ranchos" y un cementerio.

En las zonas inundadas, a las que en las últimas horas se agregaron parajes del departamento San Martín y Loreto, efectivos del Grupo GER, Policía Lacustre y bomberos voluntarios, trabajan en el rescate y evacuación de inundados.

El volúmen de agua que se deriva de Salta y Tucumán, provocó la crecida de los ríos Salado, Dulce, Urueña y Horcones y provocó daños y filtraciones en los terraplanes del dique Figueroa, que deriva el agua que sigue su curso a la provincia de Santa Fe.

Asimismo, el agua que deriva el embalse Río Hondo por las lluvias en Tucumán, amenaza con inundar poblaciones ribereñas, incluidos parajes cercanos a la capital santiagueña.

En las zonas afectadas por las inundaciones, personal de Defensa Civil y obreros municipales, sigue trabajando en la construcción de defensas para evitar nuevos desbordes de los ríos.