De esta forma Arana respondió a la convocatoria al díalogo que hizo ayer el presidente Néstor Kirchner, quien al hablar en la apertura de sesiones ordinarias del Congreso criticó a su par uruguayo Tabaré Vázquez.

"Todavía me cuesta creer que tengamos que dirimir (la instalación de la pastera Botnia sobre la ribera del río Uruguay) a más de diez mil kilómetros de distancia, y no entre nosotros mismos", se lamentó el funcionario oriental.

En diálogo con FM Identidad, Arana aseveró que el gobierno de Tabaré Vázquez "quiere seguir manteniendo la apertura absolutamente clara hacia el diálogo y la negociación, y los quiere seguir manteniendo basándonos en razones, en informaciones, y no en pasiones".

"Nosotros no estamos para defender empresas, estamos para defender la biodiversidad, la calidad de vida y el equilibrio ecológico. Esto no es una bomba atómica que irresponsablemente se va a tirar. Aparte, seríamos suicidas: estaríamos condenando a una capital como la del departamento de Río Negro", agregó.

Cuando se le preguntó si Vázquez quiere negociar, Arana respondió en forma tajante: "¿Pero cómo no va a querer? Lo que ha dicho nuestro presidente es que es muy difícil en este aspecto, como en otros, poder sentarse en una mesa de negociación con una situación de fuerza que no solamente la toma un grupo de personas más o menos importante, haciendo prevalecer la razón de la fuerza frente a la fuerza de la razón".

"Es insensato que un país haya quedado virtualmente bloqueado contraviniendo las más elementales reglas del derecho internacional", se quejó.

El ministro uruguayo reiteró que su país aceptó la instalación de las pasteras "basándonos en informaciones científicas y técnicas precisas. Todas aquellas que han venido de parte de auditorías muy responsables a solicitud de las autoridades argentinas, descartan la alarma pública en cuanto a eventuales catástrofes ambientales que se producirían por los efectos acumulativos de dos plantas".

En ese sentido, dijo que la papelera Botnia "habrá de ser la número uno del mundo en cuanto a una cantidad de prevenciones y condiciones que aseguren que todo lo que se emita a la atmósfera o los cursos hídricos esté muy por debajo de las muy exigentes condiciones que nuestro país exige y el contexto internacional impone".

Arana exhortó a "hablar con la mayor transparencia, que es la única manera de avanzar juntos", con "buena voluntad, y respeto hacia la postura del otro, en todos los terrenos".

"Acá no solamente son aspectos políticos: todo esto surgió por dudas ambientales, de eventuales contaminaciones. Dudas que podían ser totalmente entendibles y hasta compartibles. Pero todos los informes, de carácter incluso independientes, han respaldado este criterio", indicó.

Fuente: DYN