00:00 › PENAL 1 DE CORRIENTES
Dos detenidos murieron apuñalados y otros diez sufrieron heridas hoy a raíz de un enfrentamiento entre reclusos del pabellón de máxima seguridad de la Unidad Penal 1 de Corrientes.
Fuentes penitenciarias informaron que los incidentes comenzaron al amanecer a raíz de una disputa entre grupos que desde hace dos años mantienen rivalidad por el asesinato del empresario de música tropical Carlos Soto, ocurrido cuando estaba detenido por causas de narcotráfico.
Las víctimas mortales fueron identificadas como Ramón Centurión y José Ramirez, mientras uno de los heridos debió ser trasladado al hospital escuela de esta capital porque, según fuentes policiales, recibió cerca de diez puñaladas y su estado es "grave".
Los ataques fueron perpetrados con armas blancas de fabricación casera, conocidas en las cárceles como "facas".
Tras los incidentes, familiares de los reclusos se instalaron en los alrededores del penal, donde la policía incrementó la custodia.
A partir del crimen de Soto se sucedieron acontecimientos violentos entre los internos involucrados en ese homicidio, mientras algunos de ellos amenazaron al parecer con romper el pacto de silencio que encubrió a los autores del hecho, dijeron las mismas fuentes.
Asimismo, manifestaron que el enfrentamiento de esta mañana aparentemente se originó porque se avecina el juicio oral y público por la muerte de Soto, en el que varios de los implicados serán citados a declarar.
Los dos hombres fallecidos fueron muertos a puñaladas, el modus operandi que aplican las bandas que actúan en defensa de sus líderes carcelarios, presuntamente para impedir que la justicia investigue a fondo sucesos como el asesinato del manager de músicos.
Las fuentes dijeron que los fallecidos, que respondían a los apodos de "Arnold" y "Huevo Frito", tenían al parecer información sobre lo ocurrido en 2005, cuando Soto fue muerto a puñaladas en una revuelta similar a la de hoy.
Durante el enfrentamiento, los internos que provocaron la revuelta al parecer tomaron dos rehenes, aunque ese dato no fue confirmado por la policía, que opera en el lugar bajo órdenes directas del ministro de Gobierno, Walter Insaurralde.
Entre los internos amenazados por la banda que mató a Soto se encuentra Mario Escobar Quintana, un preso que lleva a la fecha 34 días en huelga de hambre en reclamo de un traslado a otra unidad penal por temor a represalias, dijeron fuentes del penal.
Escobar Quintana, quien perdió más de 10 kilos durante su medida de fuerza, habría aportado datos clave para develar los motivos del crimen.
El interno inició la huelga de hambre el 13 de febrero ante la falta de respuesta de la Cámara Criminal de Goya a su pedido de traslado por razones de seguridad.
Fuente: DyN
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