Las autoridades habían encontrado un paquete en una cuneta frente a la terminal aérea JFK, y al resultarles sospechoso, evacuaron el lugar. Pero solo era un inofensivo frasco de colonia. La reacción de las fuerzas de seguridad evidencia el clima que se respira en los Estados Unidos luego de los atentados frustrados del viernes y el sábado en Londres y Glasgow.

El temor surgió luego que funcionarios de transporte estadounidenses reforzaron la seguridad en los aeropuertos, luego que se descubrieran dos coches bomba el viernes en Londres y un auto en llamas se estrellara contra una terminal del aeropuerto de Glasgow, en Escocia, el sábado.

El secretario de seguridad nacional Michael Chertoff dijo a la televisión estadounidense el domingo que no hay información de "inteligencia creíble específica" que justifique elevar el nivel de alerta nacional tras lo ocurrido en Gran Bretaña.

Hoy en Londres, la terminal 3 del aeropuerto de Heathrow en Londres fue cerrada luego del hallazgo de un "paquete sospechoso". "BAA puede confirmar que debido a un paquete sospechoso, la terminal 3 fue cerrada", informó un portavoz de la empresa que gestiona el aeropuerto londinense.

"La policía está desplegada y estamos trabajando con el personal del aeropuerto para reabrir la terminal lo más rápido posible", agregó.

El portavoz afirmó que el paquete fue hallado a las 19.41 de la hora británica y añadió que desconocía la cantidad de vuelos afectada por el cierre. La terminal 3 del aeropuerto de Heathrow fue cerrada en momentos en los que la alerta de seguridad en Gran Bretaña fue alzada al máximo.

Luego de tres atentados fallidos entre viernes y sábado, insultos, angustia, miedo y furia cundían en Gran Bretaña. Dirigentes políticos y religiosos llamaban a la calma, pero algunos musulmanes temían una reacción.

Los ataques provocaron incidentes aislados de insultos racistas en las calles de Londres, por parte de jóvenes blancos a personas de apariencia sudasiática o musulmana tales como conductores de taxis. El legislador Mohammad Sarwar, de Glasgow, dijo que algunos musulmanes en Escocia habían recibido amenazas o insultos.

"He hablado con personas de la comunidad musulmana y la comunidad asiática que están muy enfadadas", dijo el legislador a la radio BBC.

Sarwar dijo que líderes de la comunidad musulmana escocesa se reunían en Glasgow para discutir las consecuencias de los ataques.

"Temen una reacción y por eso se ha convocado a la reunión de emergencia".

La ira de los musulmanes apuntaba a los terroristas, pero también a una sociedad que, en su opinión, investiga a los islámicos cada vez que se produce un ataque terrorista.

"Estamos hirviendo de furia por eso", dijo Osama Saeed, vocero escocés de la Asociación Musulmana británica.

"Como comunidad, no sólo tenemos las mismas probabilidad de resultar víctimas como cualquiera, sino que se nos investiga para dar orientación y en algún sentido hacernos responsables por esto", añadió. "Estamos hartos, como comunidad, que se nos defina por el terrorismo y debamos responder por él".

En el nivel oficial, el gobierno y grupos islámicos dicen que han avanzado mucho desde el 7 de julio de 2005, cuando cuatro musulmanes británicos mataron a 52 pasajeros en ataques suicidas al transporte público en Londres.

En las semanas siguientes, varias mezquitas fueron incendiadas y otras recibieron cartas amenazadoras. Algunas mujeres denunciaron que les arrancaron el velo por la calle.