En su discurso ante la Knesset (parlamento) Peres explicó que buscará favorecer a proyectos de desarrollo para Jerusalén, Neghev, Galilea y el Valle de la Paz, que separa a Jordania, de un lado, e Israel y los Territorios Palestinos, del otro.

"La economía será una topadora para la paz", prometió Peres, visiblemente emocionado.

El premio Nobel posó su mano izquierda sobre un libro de la Biblia y juró su compromiso de fidelidad al cargo de jefe de Estado de Israel.

Peres definió como "prioritario" reforzar al estado israelí "en forma tal de propiciar la paz con sus vecinos". El predecesor de Peres, Moshe Katzav, que no estuvo presente en la ceremonia de hoy, salió del cargo en medio de un escándalo por acoso sexual.

Según analistas locales, la primera tarea de Peres, que se convirtió este domingo en el noveno jefe de Estado de Israel, será el de restituir al cargo la dignidad perdida.

En Israel las competencias del jefe de Estado son en buena parte simbólicas y ceremoniales. Le corresponde al presidente suscribir las leyes y los tratados aprobados por el parlamento, sobre los cuales no puede manifestar una opinión personal.

Entre sus funciones se incluye la aceptación de las cartas de acreditación de los embajadores y la ratificación de los nombramientos de los nuevos jueces.

Una de las primeras tareas que tendrá Peres será, en los próximos días, evaluar la lista de 250 miembros de Al-Fatah que el primer ministro, Ehud Olmert, decidió liberar de las prisiones como señal de distensión y de apoyo hacia la Autoridad Nacional Palestina (ANP) que preside Mahmud Abbas.

Nacido en 1923 en Vishnieva, en Polonia, Simon Perski (su verdadero nombre) arribó a la entonces Palestina a los 13 años en 1934. Precisamente 60 años más tarde, en 1994, fue distinguido con el Premio Nobel de la Paz junto al premier Yitzhak Rabin y a Yasser Arafat, a raíz de los acuerdos de Oslo entre israelíes y palestinos.

Fuente: ANSA

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