Los 14 trabajadores de la Cooperativa Gráfica Patricios que recuperaron esa planta al permanecer en la imprenta en defensa de su fuente de trabajo y para evitar el vaciamiento de la misma, fueron finalmente absueltos por el delito de “usurpación”.

La denuncia patronal tuvo una consecuencia no buscada, ya que en su fallo el juez Raúl García le puso límites a la noción de propiedad privada, descartando que un empresario pueda hacer cualquier cosa con su empresa, incluso llevarse maquinaria. El juez sentenció que los trabajadores sólo habían hecho una legítima defensa de su fuente de trabajo. También explicó en su fallo que durante los 11 meses de toma de la fábrica, las autoridades judiciales o policiales e incluso el ex dueño de la empresa, Raúl Gonzalo, pudieron entrar o salir sin inconvenientes. Por lo tanto no hubo usurpación alguna.

El fiscal Gabriel Angel Nardiello pidió la absolución, se negó a acusar, e hizo una reivindicación explícita del término “compañero”, recordando que se trata de una palabra surgida en los ‘40, perseguida en los ‘50, reivindicada en los ‘70 y aniquilada en los ‘90. “El señor Raúl Gonzalo la hizo revivir en este juicio”.

Todo ocurrió en el Juzgado Correccional Nº 12, Secretaria Nº 78, de Avenida de los Inmigrantes 1950, piso 3 Oficina 313, que tramitó la causa 28.005 caratulada “Sanabria y otros/ usurpación”. Durante las jornadas del juicio los trabajadores acusados dijeron que lo que hicieron en la planta fue una “retención de tareas” y su objetivo estuvo centrada en la defensa de la fuente laboral.