Hasta este mediodía los mellizos y la madre biológica continuaban en la sede tribunal finalizando los últimos tramites, mientras que los padres sustitutos fueron desalojados del edificio entre llantos y expresiones de resignación.

Alicia Georgeos y su esposo Antonio Oiterata llegaron a los tribunales de Talcauhano 278, de Bánfield, poco después de las 9 con los mellizos, que eran esperados por su madre biológica, Ada Trota.

El magistrado al ordenar la restitución de los menores a su madre biológica defendió su resolución, dictada el viernes pasado, al sostener que "es la familia biológica la que hay que priorizar, que es lo que nos marca la ley", y destacó que "los guardadores no son los dueños de los chicos".

Una de las hijas de los padre sustitutos que aguardaba la salida de los chicos frente a los tribunales de la calle Talcahuano 278, de Banfield, entre llantos señaló que tienen pensado llegar hasta las instancias superiores para recuperar los mellizos.

El juez de Menores N° 1 de Lomas de Zamora, Raúl Donadío, había asegurado ayer que "los chicos quieren ir con ella", en referencia a la madre biológica y destacó que la mujer "nunca los abandonó, siempre estuvo en contacto y tratando de recuperarlos".

El magistrado defendió su resolución, dictada el viernes pasado, señaló que "es la familia biológica la que hay que priorizar, que es lo que nos marca la ley", y que "los guardadores no son los dueños de los chicos".

La entrega de los mellizos anteayer no se pudo concretar por un confuso episodio que se vivió frente a la casa de la mujer que vive en Claypole.

"La situación no es confusa, es clara, la madre (Ada Trota) nunca perdió el vínculo, nunca perdió el contacto con sus hijos", insistió el magistrado a los medios de prensa.

Donadío remarcó que el viernes pasado se firmó un acuerdo entre la familia de guarda y la progenitora para realizar la restitución, luego de seis años de que los chicos fueron criados por el matrimonio conformado por Alicia Georgeos y Antonio Piterata, a partir de los tres meses de vida.

Ese pacto establece que los mellizos pueden visitar a sus padres sustitutos un fin de semana de por medio y también un día hábil cada dos semanas.