Trabajadores despedidos del Casino flotante continuaban esta mañana encadenados alrededor de la Pirámide de Mayo, donde tienen previsto pasar las fiestas por la llegada del Año Nuevo como lo hicieron en Navidad, en reclamo de su reincorporación.

Los empleados del Casino flotante se encadenaron a las rejas de la Pirámide de Mayo en la noche del 20 de diciembre, luego que la jueza María Servini de Cubria ordenara a la Prefectura Naval que no les permitiera el ingreso a sus lugares de trabajo al finalizar la conciliación obligatoria impuesta por el Ministerio de Trabajo.

Cecilia Berra, vocera de los trabajadores del Casino flotante, recalcó que "la medida de fuerza se debe a que queremos volver a trabajar", al tiempo que sostuvo que "no queremos pasar las fiestas en la calle, somos unas 90 familias afectadas por los despidos".

Aclaró que continuarán con la medida de fuerza hasta que tengan una respuesta satisfactoria al pedido y aclaró que "es una medida de fuerza pacífica".

Los trabajadores encadenados solicitaron una reunión con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, con algún funcionario del Ministerio de Trabajo, la jueza de la causa, María Servini de Cubría, o con el propietario del Casino Flotante, en busca de una solución al conflicto.

"Los primeros días de diciembre le enviamos un pedido a la Presidenta de la Nación para que nos reciba, pero hasta la fecha no recibimos ninguna respuesta, por eso decidimos mantener la medida frente a la Casa de Gobierno", señaló la vocera de los trabajadores.

El 17 de noviembre pasado los empleados del Casino flotante, amarrado en Puerto Madero, iniciaron un paro de actividades en reclamo de mejoras salariales y la reincorporación de unos 100 despedidos, medida que generó una batahola entre los huelguistas, miembros del sindicato de Trabajadores de Juegos de Azar (ALEARA) y del sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU).

El 4 de diciembre se desató otro violento incidente cuando los empleados que realizaban un acampe frente a la casa de juegos impidiendo el ingreso de los clientes fueron violentamente reprimidos por personal de la Prefectura Naval.

En esa oportunidad tres trabajadores y 3 suboficiales de la policía costera sufrieron heridas, uno de ellos de gravedad, mientras que 11 operarios fueron detenidos.

Tres días después, los trabajadores resolvieron levantar el bloqueo que mantenían a las salas de juego en el marco de la conciliación obligatoria dispuesta horas antes por el Ministerio de Trabajo.

El 12 de diciembre, cuando los trabajadores se presentaron para iniciar sus tareas la Prefectura Naval no le permitió el ingreso a unos 90 de ellos -medida dispuesta por la jueza María Servini de Cubría-, por lo que 1.500 empleados resolvieron iniciar un nuevo paro de actividades.

En la noche del 20 de diciembre un grupo de los trabajadores despedidos se encadenó al pie de la pirámide de Mayo de cara a la Casa de Gobierno.

Recibieron la visita de Bergoglio

Los trabajadores, algunos de los cuales se encuentran encadenados a la Pirámide de Mayo, recibieron esta mañana la visita del cardenal Jorge Bergoglio, quien, según expresaron, les acercó su "solidaridad" ante este conflicto, iniciado en noviembre pasado.

Según uno de los voceros de los trabajadores, Gastón Platowsky, el religioso se interesó por la muestra fotográfica emplazada en el lugar, que registra la represión del 9 de noviembre último, y manifestó "solidaridad" hacia quienes reclaman recuperar sus puestos de trabajo.

Bergoglio, quien había recibido a los empleados en conflicto el sábado en la Catedral Metropolitana, llegó a la Plaza cerca de las 10, y permaneció por unos 20 minutos en el lugar, antes de retirarse, sin formular declaraciones a los periodistas presentes en el lugar.

"Nos pidió detalles de las fotos y no podía creer lo que veía. Le llamó la atención la cantidad de policía que había (cuando se produjeron los incidentes que derivaron en los despidos)", declaró Platowsky.

También, según el vocero, Bergoglio abogó por "una solución razonable" al conflicto.

Por otra parte, anunció que este miércoles realizarán un "escrache" a Cristóbal López, uno de los dueños del Casino Flotante, en el Hipódromo de Palermo, donde también funcionan máquinas tragamonedas.

Indicó que los empleados se concentrarán desde las 16 en Plaza Italia para desde allí marchar hacia el Hipódromo.

Fuente: DyN