"Creo que es injusto, casi injurioso, decir que un hombre con las características del ex presidente Kirchner pueda ser utilizado por quien quiera y tampoco creo el presidente Chávez pueda poner por delante cualquier interés personal", afirmó hoy por radio América.

El asesor del presidente Luiz Inacio "Lula" Da Silva precisó que el ex mandatario argentino "ejerció una función de liderazgo" en el grupo de observadores y "fue una persona clave en la negociación".

El garante brasileño elogió la decisión del gobierno argentino de respaldar con la presencia de Kirchner el proceso frustrado de entrega de rehenes y opinó que "la resolución de una cuestión humanitaria es de gran impacto sobre la política sudamericana".

La aclaración de Marco Aurelio García estuvo lejos de ser una reacción casual y buscó cerrar la distancia que pareció abrirse ayer frente a la posición argentina, cuando consideró que sería mejor una "negociación clandestina" para recuperar a los rehenes, es decir, sin el despliegue público de la última operación.

Por su parte, Lorenzo Delloys, hijo de la también secuestrada Ingrid Betancourt, pidió hoy a la comunidad internacional que "siga con los esfuerzos" para lograr la liberación de su madre y se mostró esperanzado porque "es la primera vez que hubo una operación de rescate" en Colombia.

En declaraciones a Radio Continental, el joven expresó que "las FARC escuchan a Hugo Chávez" y opinó que el presidente Uribe "no quería recuperar a los secuestrados con el método" de los garantes internacionales.

A su vez, el canciller Jorge Taiana afirmó que el ex presidente "volverá a Colombia cuando haya garantías" de que la guerrilla de ese país detendrá sus acciones y el gobierno de Alvaro Uribe "defina un área humanitaria segura" para la liberación de los rehenes.

Al preguntársele bajo qué condiciones Kirchner volvería, el funcionario expresó: "cuando lo disponga la Presidenta y haya garantías para el desarrollo de la misión".

Mientras tanto, en Colombia, partieron de Villavicencio con destino a Venezuela los cuatro helicópteros que habían llegado para transportar a los tres rehenes que se esperaba fueran librados por las FARC.

La información, suministrada por el gobierno de Colombia, sugiere que la guerrilla postergó por tiempo indefinido la intención de entregar a los tres secuestrados, la ex candidata a la vicepresidencia Clara Rojas, su hijo Emmanuel y la ex congresista colombiana Consuelo González de Perdomo.

El gobierno de Bogotá anunció que las pruebas de ADN que se realizan para determinar si un niño alojado en un organismo oficial de la capital es el hijo de la rehén Clara Rojas contarán con el aval de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) o de un laboratorio europeo.

La medida se considera clave para determinar la identidad del chico nacido en la jungla de Colombia, quien presenta varios problemas físicos, y pudo haber sido la causa por la que los guerrilleros no entregaron a los secuestrados.

Entre tanto, fuentes oficiales colombianas reconocieron a la agencia AFP que durante la operación de rescate el Ejército realizó operaciones militares en la zona donde se presumía que podrían ser dejados los secuestrados e incluso se informó que, mientras se realizaba la misión internacional, los militares dieron muerte a un guerrillero considerado hombre de confianza de las FARC.

La información contradijo las palabras del presidente colombiano Alvaro Uribe, quien había negado operaciones militares durante la estadía de los garantes.

Kirchner viajó a Caracas el jueves 27 de diciembre junto al canciller Jorge Taiana y se sumó a una delegación de observadores internacionales que partió hacia la ciudad colombiana de Villavicencio, donde esperó hasta el lunes, cuando leyó un documento que dio por concluida la gestión.