De la Rúa dijo "seguir arrepentido por un hecho que, en ese momento, no parecía tener trascendencia".

El ex presidente afirmó que "se trató de un exceso de atención del Ejército. En Plaza de Mayo no había nadie, podía salir sin problemas, pero escuché a los militares", dijo.

Sin embargo, De La Rua consideró que, aunque se hubiese ido de otra forma, habría sido cuestionado igualmente.

"Hubiera podido irme en automóvil, y habrían subrayado que los vidrios eran polarizados. En esas situaciones -consideró con los ojos lúcidos y tono amargo-, lamentablemente se buscan siempre símbolos".

Con respecto a las acusaciones en su contra y a los procesos judiciales que enfrenta (entre ellos uno por la muerte de cinco personas en las cercanías del Obelisco durante las protestas de diciembre y otro por el supuesto pago de coimas en la aprobación de la reforma de ley laboral), el dirigente radical aseguró "no tener miedo a nada" y dijo haber descubierto "una fortaleza desconocida e inimaginada para soportar todo lo que se dio en estos últimos siete años".

El ex presidente dijo que se está dedicando a relatar la autobiografía de sus años de gobierno. "Estoy trabajando en la biografía de esos años, porque la historia no se corta y hace falta esclarecer lo que pasó".

Fuente: DyN