Los festejos se realizaron sobre la calle Arribeños, fueron encabezados por el embajador de China en Argentina, Zeng Gang y contaron con la presencia del titular de Turismo porteño, Rodrigo Herrera Bravo, representantes de la Cancillería Argentina y de la Asociación de Comerciantes Chinos en Buenos Aires, quienes organizaron el evento.

El embajador Gang anunció que en los próximos días habrá un pórtico de ingreso sobre la calle Arribeños, como hay en barrios chinos emblemáticos de Nueva York o Lima, gracias a una donación de la Asociación por la Reunificación Pacífica de China.

Las autoridades diplomáticas destacaron la "unión entre los compatriotas de China, Taiwán y Macao", no obstante lo cual la comunidad taiwanesa organizará su propio festejo el fin de semana próximo, con otro dragón que dará inicio al año de la Rata, que comenzó hoy.

Todos los locales de la zona abrieron desde media mañana y los comerciantes cerraron la calle Arribeños, que entre Juramento y Olazábal concentra la mayor cantidad de negocios.

También sacaron a la calle unos puestos ambulantes donde vendían dulces tradicionales, empanaditas primavera, bollos cocinados al vapor (pai) y bandejas de "chow fun" y "chow mei", que son los saltados de carne, cerdo y pescado al wok con arroz y fideos.

La gente colmó los restaurantes, atiborró los comercios, se amontonó en la calle y pasadas las 15 se amuchó en la esquina de Olazábal, donde empezó a bailar el dragón de fuego.

Sostenido por 9 bailarines que movían una cola de varios metros de largo el dragón -símbolo de dinamismo, vitalidad y prosperidad para la comunidad china- bailó junto con los "leones alegres" y, con algo de dificultad, atravesó la multitud para visitar uno a uno los comercios de la zona y augurarles un año de "buena cosecha".

Desde el escenario, los organizadores del evento anunciaron que el festejo continuará durante toda la tarde y hasta las 20, con espectáculos de música y danza tradicionales.

Fuente: Télam