Casi 12.000 efectivos militares se han desplegado en las zonas del Maule y Bio Bío, epicentro de la tragedia, que ya suma 799 muertos contabilizados y un número aún desconocido de desaparecidos.

Los efectivos militares llegaron con tanquetas y fusiles de asalto SIG a mantener orden las urbes, tras una tercera jornada de toque de queda, ahora de una extensión de 18 horas. "La situación está más calma. Sin embargo, anoche hubo balazos en sectores aislados", evaluó la alcaldesa de Concepción, Jacqueline Van Rysselberghe. No obstante, los saqueos no están erradicados y hay algunos enfrentamientos aislados entre la población y la policía.

En Talcahuano, efectivos militares dispararon al aire para disudir a una turba de unas 50 personas que sacaban elementos de un supermercado. "No vamos a tolerar ni aceptar que ningún inescrupuloso aproveche la tragedia para robar", reiteró hoy la mandataria.

La ayuda enviada hacia las ciudades del sur comienza a ser repartida casa por casa, mientras que a lo largo de Chile se realizan acciones solidarias para reunir alimento, ropa y pañales.

En tanto, la presidenta Bachelet hizo un llamado al sector empresarial a acelerar el reestablecimiento de los servicios básicos, en especial la electricidad, y a cuidar los puestos de trabajo. "Queremos que a todo este drama no se sume la cesantía", indicó.

Para hacer frente a los rumores de desabastecimiento que provocan los saqueos, el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Rafael Guilisasti, aseguró que el comercio reponerá productos. "Hay suficiente combustible, no hay riesgo de desabastecimiento, para que haya tranquilidad y no se generen situaciones que realmente no se justifican", garantizó.