El proyecto fue presentado con las firmas de Martín Sabbatella, Ariel Basteiro, Vilma Ibarra, Carlos Heller y Jorge Rivas y tiene el apoyo de las diputadas Silvia Vázquez y Nélida Belous, quienes no participaron en la conferencia de prensa que se ofreció para explicar la iniciativa.

La propuesta establece la creación del Fondea para cancelar servicios de la deuda con tenedores privados con 4382 millones de dólares de las reservas de libre disponibilidad del Banco Central, que se deberán depositar en una cuenta del Tesoro Nacional "en estricta concordancia" con las fechas de los vencimientos de la deuda en 2010.

El texto precisa los servicios de la deuda con tenedores privados, indicando que hay que afrontar compromisos por 531 millones de dólares por préstamos garantizados; 2.592 millones por BODEN; 759 millones Descuento y Par y BONAR por 500 millones de dólares.

En su tercer artículo, el proyecto indica que el Fondo será administrado por el Poder Ejecutivo y la reglamentación de la ley deberá ser informada a las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Finanzas de la Cámara de Diputados y del Senado.

A su vez, el Banco Central -dice la iniciativa- recibirá como contraprestación letras intransferibles en dólares emitidas por el Tesoro Nacional a diez años de plazo con amortización íntegra al vencimiento, las que devengarán una tasa de interés igual a la que devenguen las reservas internacionales de la autoridad monetaria en el mismo período y hasta un máximo de la tasa.

Sabbatella apuntó que si bien los DNU son "una facultad constitucional" del Poder Ejecutivo, el sector "hubiera preferido una ley" para utilizar reservas para cancelar compromisos con los bonistas externos.

"El gobierno no puede seguir aferrado a discutir DNU si, DNU no", insistió el diputado y consideró que la oposición que rechaza el decreto del Poder Ejecutivo tendría que dejar claro "cuál sería la alternativa".

En esa línea, el proyecto expresa "la firme convicción que resulta una opción superadora la implementación del Fondo de Desendeudamiento a través de una ley dictada por el Congreso Nacional, dando la discusión y los debates necesarios en su seno y ejerciendo las funciones que nos son propias".

Para los diputados, "la decisión de cancelar los vencimientos de la deuda pública de 2010 con Reservas Internacionales resulta valiosa" por varias razones, entre ellas porque sostienen que "otorga mayor solidez, aún, a la capacidad de pago de la deuda, lo cual debería redundar en una reducción de la tasa de interés con la que potencialmente puede financiarse nuestro país y reforzaría la concreción del canje de deuda".