A través de un comunicado, el jefe del gobierno pidió a las organizaciones colonas y a los grupos de la derecha y extrema derecha que muestren moderación y responsabilidad "al igual que han hecho durante los diez meses que ha durado la congelación de la construcción en los asentamientos".

Fuera del comunicado, sin embargo, Netanyahu continúa en silencio, ante las presiones de la Unión Europea y de Estados Unidos para que prolongue la moratoria, que los palestinos ponen como condición para la continuación de las negociaciones de paz directas.

La moratoria, que concluye oficialmente esta medianoche, fue decidida hace 10 meses, precisamente para alentar a los palestinos a que retornen a la mesa de las negociaciones.

A pesar de que el Ejecutivo israelí viene sostiendo que no tiene intenciones de renovar esta moratoria y que los negociadores palestinos aseguran que se retirarán del proceso si no hay prórroga, ambos lados matizaron sus posturas en las últimas horas, lo que permite vislumbrar nuevas posibilidades a las negociaciones directas.

El líder de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, aseguró al diario Al Hayat que no abandonará inmediatamente el diálogo si la moratoria no se prorroga, sino que acudirá "a las instituciones palestinas y al comité de seguimiento de la Liga Árabe".

En dirección similar, en tanto, el ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, consideró probable que las conversaciones continúen "aun sin que se prorrogue la moratoria" que pesa sobre la construcción de nuevas viviendas en las colonias judías de Cisjordania.

"Creo que la probabilidad de encontrar un acuerdo sobre la moratoria está al 50 por ciento", dijo Barak quien agregó sin embargo que "la probabilidad de que el proceso de paz continúe es mucho mayor".