El suspendido jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, pidió hoy "dejar de lado la conveniencia política" y que los legisladores no se tomen vacaciones y lo juzguen rapidamente, en un intento por mostrarse confiado en que podrá retomar su cargo.

Ibarra habló a solo tres días de que se cumpla el primer aniversario de la tragedia de Cromañón, por la que Ibarra está siendo sometido a juicio político, y a horas de la primera reunión de la Sala Juzgadora, que debe decidir si acepta las pruebas presentadas por el suspendido mandatario, y la acusación.

"Hay que discutir un montón de cosas. Nadie habla de los cuatro policías procesados que recibieron las coimas de (Omar) Chabán.

Yo di la cara desde el primer momento", afirmó Ibarra al hablar esta mañana cuando salía de su casa de Villa Ortuzar.

Ayer, el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Julio Maier, resolvió rechazar varios de los testigos pedidos por la defensa y los fiscales, incluido Chabán, gerenciador de Cromañón, pero son los propios legisladores que los que tienen la última palabra al respecto.

El diputado del Pro, Daniel Amoroso, uno de los integrantes de la Sala Juzgadora, aseguró que el suspendido funcionario "tendrá todas las garantías constitucionales para ejercer su derecho a la defensa".

"Más allá de las diferencias políticas que separan a los que integramos la Sala, hay una opinión coincidente y generalizada en asegurarle a Ibarra que se respetará a rajatabla la Constitución y la posibilidad de que los testigos propuestos por su defensa declaren sin ningún tipo de presiones", explicó Amoroso.

Los legisladores también deberán decidir si aceptan la recusación que Ibarra presentó contra el zamorista Gerardo Romagnoli, a quien acusa de prejuzgamiento por la comparación que éste hizo del suspendido jefe de Gobierno con el comisario Alfredo Fanchiotti, principal acusado por los asesinatos de los piqueteros Maximiliano Kosteki y Darío Santillán.

Ibarra, quien considera que el juicio político "perdió fuerza" luego del cambio de carátula que alivió la situación judicial de varios ex funcionarios, reclamó que los legisladores se abstengan de tomar vacaciones para que, a mediados de enero, se desarrolle el debate de su juicio político.

"Quiero volver (al Gobierno) como corresponde, pero no por el paso del tiempo", dijo Ibarra, aludiendo a los 120 días que tiene la Sala para concluir el proceso; pasado ese lapso sin dictamen, Ibarra volverá a ocupar automáticamente el cargo.

Al respecto, el legislador macrista Jorge Enriquez, uno de los fiscales de la Sala Juzgadora, aseguró que el cuerpo actuará durante todo el verano y que a partir del 10 de enero se reunirá "todos los días" para tomar los testimonios previstos.

Enriquez negó que la Sala esté actuando con lentitud y recordó que cuenta con un total de 120 días para pronunciarse sobre los cargos de mal desempleño en la función pública, que pesa contra Ibarra y varios de sus ex funcionarios.

Por otra parte, el cantante del grupo Callejeros Patricio Santos Fontanet, consideró que Ibarra debió haber renunciado a los "dos días" del incendio y advirtió que los legisladores tampoco contribuyeron para evitar la tragedia.

Fontanet, quien negó que el grupo vuelva a actuar en estos días, sostuvo que "en cuanto a la inconsciencia, no sé si le cabe (a la banda) algo penalmente, pero sí hay una responsabilidad que no puedo precisar, que tiene que ver con lo social, lo moral o con lo que quieras. Seguramente que nos sentimos responsables", admitió.

Fuente: DYN