Así fue asegurado por una fuente del máximo nivel del gobierno de Tabaré Vázquez, que circunscribió un hipotético escenario de relocalización a "una decisión que compete a la empresa".

"Pensar en que Botnia, con todo lo que avanzó en su obra, vaya a aceptar relocalizar la planta de Fray Bentos suena raro, pero bueno, es un tema que compete a Botnia", señaló la fuente.

Uruguay circunscribe su controversia con el gobierno de Néstor Kirchner a la vigencia de los cortes de las rutas binacionales que llevan adelante asambleistas entrerrianos, principalmente de Gualeguaychú.

El gobierno uruguayo sostiene, como viene haciéndolo desde que comenzaron los cortes, que el Ejecutivo argentino tienen una actitud "más contemplativa que efectiva" para garantizar la "libre circulación", en base al Tratado de Asunción.

De hecho, el propio Vázquez se refirió a los "graves perjuicios económicos" que le provocan a su país los cortes de los tres vínculos terrestres entre Argentina y Uruguay.

El mandatario uruguayo, cuando la semana pasada se dirigió al pueblo de su país, habló de la "proximidad" de una instancia de diálogo binacional tendiente a destrabar el conflicto, pero soslayó el reclamo del presidente Néstor Kirchner sobre que "negociar no significa acatar" lo que Uruguay anteponga.

Los esfuerzos que está haciendo el representante real, Juan Carlos Yáñez Barnuevo, en procura de sentar a las partes en una mesa de diálogo chocan precisamente con los condicionamientos uruguayos.

Argentina plantea un diálogo a "agenda abierta", en el que "todos los temas" puedan debatirse en una mesa binacional y confía en la tarea del facilitador designado por el rey Juan Carlos de Borbón.