La Federación Universitaria Argentina inició una campaña para impulsar en todas las casas de estudios del país comedores y albergues estudiantiles, mayores fondos para becas de ayuda y boletos universitarios, entre otras medidas que apuntan a “la inclusión estudiantil” frente a las barreras socioeconómicas. Desde la semana pasada, la FUA recolecta “firmas de apoyo en las facultades para presentar la propuesta ante el Ministerio de Educación”, dijo Mariano Marquínez, presidente de la federación que nuclea a todos los centros de estudiantes.

“Las dificultades económicas y otras desigualdades académicas o regionales influyen de manera directa en la posibilidad y en la decisión de los jóvenes en condiciones de aspirar a los estudios universitarios, así como también en la permanencia de los que logran ingresar” –señalan los fundamentos de plan–, por lo que “se hace necesario valorizar políticas de inclusión estudiantil”.

Según contó Marquínez (Franja Morada), el plan nacional de inclusión se viene desarrollando desde hace un año entre la FUA, el Consejo Interuniversitario Nacional y la Red de Bienestar de las Universidades. “Lo consensuamos con la mayoría de las agrupaciones –agregó el dirigente marplatense–. Ahora esperamos que haya voluntad política en el Gobierno para dar respuesta a nuestros reclamos.” El plan consta de varios programas:

- Comedores. La FUA propone que todas las casas de estudios cuenten con “un servicio de alimentación equilibrada y controlada para estudiantes, docentes y no docentes, a bajo costo”. Sistemas parecidos ya funcionan en La Plata, Córdoba, Río Cuarto, Cuyo, Salta y La Pampa, por ejemplo. Para darles continuidad a los comedores, se reclama la creación de un fondo permanente que –de acuerdo con los datos aportados por la UNLP y la Unnoba– debería rondar los 20 millones de pesos anuales, además de un plan de infraestructura para construir los comedores faltantes. El documento de la FUA recuerda que, según un estudio de la Universidad del Nordeste, el 30 por ciento de los alumnos no se alimenta bien.

- Boleto. Tras calcular que, teniendo en cuenta pasajes urbanos e interurbanos, el gasto mensual en pasajes por alumno puede llegar a los 120 pesos, la federación reclama la recuperación –a través de una ley– del medio boleto estudiantil, obligatorio para las líneas de colectivos de corta, media y larga distancia.

- Albergues. “Aproximadamente el 50 por ciento de los estudiantes universitarios” viaja a otra ciudad para formarse, lo cual, sumado al costo de los alquileres, lleva a que “la problemática de la vivienda” juegue “un rol central” y, muchas veces, sea causa de abandono. Para la FUA, “la universidad debería contar con una infraestructura propia que permita dar alojamiento a cientos de estudiantes”, elegidos por sus necesidades socioeconómicas.

- Becas. Las 10 mil becas de ayuda económica que cada año distribuye la Secretaría de Políticas Universitarias no bastan, ni tampoco los 2500 pesos anuales que contemplan, advierte la FUA: “Ese monto se ha vuelto irrisorio y tergiversa el sentido de las becas”. Otro aspecto que se pretende modificar es el criterio de selección. “Hoy la beca está atada a requisitos académicos, cuando los alumnos que más las necesitan son los que más dificultades tienen para estudiar”, destacó Marquínez.

- Salud y discapacidad. Con dos programas distintos, se busca que todos los estudiantes dispongan de una obra social y, por otro lado, que todas las universidades adecuen sus edificios e instalaciones para facilitar el acceso y el desempeño de personas con capacidades diferentes. Además, la FUA promueve el funcionamiento de jardines maternales en las universidades.