UNIVERSIDAD
Los docentes abren fuego en la batalla por lograr un aumento
La Conadu y la Conadu Histórica reclaman un incremento salarial urgente. Pero los rectores y Educación no ven posibilidades.
› Por Javier Lorca
Durante el año pasado los salarios de los docentes universitarios sufrieron una pérdida del 41 por ciento de su poder adquisitivo. Y a eso habría que agregarle una caída de otro 20 por ciento, acumulada durante los ‘90. Afirmadas en esos datos, tanto la Federación Nacional de Docentes Universitarios (Conadu) como la Conadu Histórica reclaman una urgente recomposición de los salarios. Pero el panorama no es esperanzador. El secretario de Políticas Universitarias, Juan Carlos Pugliese, anticipó a Página/12 que este año “no hay posibilidades de incrementar los sueldos”.
En el sistema universitario nacional trabajan unos 120 mil docentes. El 20 por ciento trabaja ad honorem. Entre los que sí cobran (casi 100 mil docentes), el 66 por ciento tiene dedicaciones simples, es decir, los salarios más bajos del sistema: en promedio, perciben un salario mensual de 115 pesos por diez horas de trabajo a la semana, es decir 2,88 pesos por hora. Las dedicaciones semiexclusivas las ejerce el 18 por ciento, con un sueldo promedio de 435 pesos por veinte horas semanales de trabajo (5,44 por hora). La minoría, el 16 por ciento, posee dedicaciones exclusivas, con un sueldo medio de mil pesos por cuarenta horas de empleo (6,25 por hora).
El último incremento salarial fuerte se produjo en 1992. En 1998 se acordó en paritarias un plan plurianual de recomposición salarial. Pero sólo se concretó en su primer tramo y después fue sistemáticamente obviado, aunque había sido aprobado por ley. Ahora, tras los estragos producidos por la devaluación y la inflación, los gremios nacionales de los docentes decidieron –cada uno por su lado– exigir un aumento de urgencia.
“Les presentamos a los rectores un pliego de reivindicaciones donde reclamamos, inicialmente, un aumento de 200 pesos en todas las categorías y dedicaciones. Eso sería nuestro reclamo de mínima, algo para empezar a recuperar los salarios, porque, en realidad, la pérdida real ha sido mucho mayor”, dijo Claudia Baigorria, secretaria adjunta de la Conadu Histórica. Para hacer frente a ese pedido, el sindicato calcula que se necesitarían unos 325 millones de pesos. El presupuesto actual del sistema universitario es de 1991 millones.
La Conadu hizo una propuesta diferente. “No estamos de acuerdo con un aumento fijo –dijo Pedro Sanllorenti, secretario general del gremio de la Universidad de Mar del Plata y adjunto de la federación nacional–. Lo ideal sería un aumento que respete el nomenclador y lleve el sueldo de un ayudante de primera con dedicación exclusiva a 900 pesos, la mitad de la canasta familiar. Hoy ese docente cobra 300 pesos. Pero para eso se requerirían 1400 millones.” Una de las alternativas que maneja la Conadu es solicitar un incremento del 30 por ciento para todos los cargos y dedicaciones: “Sería algo de emergencia y se podría afrontar con 210 millones”, agregó.
Desde la cartera de Educación, el secretario de Políticas Universitarias dijo que, aunque la política salarial no es competencia del ministerio, no ve posibilidades de atender el reclamo gremial. “Este año hubo un aumento del presupuesto universitario, pero esos fondos adicionales no están destinados a sueldos.”
Tampoco fue optimista el presidente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), el órgano que reúnen a los rectores. En diálogo con Página/12, Daniel Malcolm apuntó: “El CIN todavía no tiene una postura común. Pero, como no hubo un aumento en el sector público para los salarios, no hay posibilidades de una salida homogénea para las universidades. Aunque las instituciones que están mejor tal vez puedan atender ciertas demandas con algún tipo de compensación”.
Ayer, la única buena noticia para los docentes fue que, después de pagar con retraso en los últimos meses, Economía transfirió a las universidades los fondos para pagar los sueldos de febrero. Además, envió las partidaspara gastos de funcionamiento correspondientes a los meses de junio y julio del año pasado. Lo que aún no se cumplió fue el pago del Fonid a los docentes de los colegios preuniversitarios. Ni el pago del programa de incentivos a los docentes que investigan.
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