UNIVERSIDAD
› INFORME SOBRE EL ULTIMO TRAMO DE LA GESTION SHUBEROFF
Los números que no cierran
Una auditoría de la AGN detectó en la UBA irregularidades en compras, contrataciones y personal, ocurridas a principios de 2002.
› Por Javier Lorca
La Auditoría General de la Nación evaluó las operaciones efectuadas por la Universidad de Buenos Aires en el primer cuatrimestre del año pasado, es decir, durante los últimos meses de Oscar Shuberoff como rector. Entre diversas irregularidades halladas en las áreas de personal, compras y egresos, la AGN se encontró con que hay unos 40 docentes y no docentes con cargos incompatibles, otros 2300 cobrando un adicional que no les corresponde, un uso incorrecto de la caja chica para pagar más de 87 mil pesos, privilegios para ciertos proveedores y más.
La auditoría fue solicitada por Guillermo Jaim Etcheverry hace un año y algunos días, cuando asumía como sucesor de Shuberoff en el Rectorado. La AGN se ocupó de evaluar lo actuado entre el 1º de enero y el 30 de abril de 2002, haciendo foco en las áreas de personal, compras y contrataciones. Junto con diversas recomendaciones, el resultado fue enviado al actual rector, quien lo consideró coincidente con las evaluaciones realizadas desde el mismo Rectorado.
Personal. La conclusión global de la AGN es que, respecto de su planta de personal, la universidad carece de una organización formal, lo que “afecta el control” e “impide la adecuada fiscalización sobre el ejercicio de cargos”.
- La auditoría encontró en la UBA un total de 32.953 cargos, distribuidos así: 21.752 docentes, 10.810 no docentes y 391 autoridades. Esos cargos, según la liquidación de abril del año pasado, correspondían a 27.571 personas. La AGN halló que 39 personas acumulaban dos o más cargos y se hallaban en incompatibilidad funcional u horaria. De ellos, 24 acumulaban una carga horaria de 65 a 90 horas semanales: para cumplir con los papeles, esas personas deberían haber trabajado de 13 a 18 horas diarias.
- La AGN estableció la existencia de 125 empleados no docentes que tenían 155 cargos docentes (profesores, jefes de trabajos prácticos, ayudantes, etc.) aunque no poseían título habilitante para ejercer docencia. El informe enfatiza que esto contraviene la Ley de Educación Superior. Pero, amparada en la Justicia, la UBA desconoce dicha ley.
- Según la AGN, en abril de 2002 había 2323 agentes contratados y de planta que cobraban una bonificación por dedicación exclusiva (equivalente al 25 por ciento de la remuneración) sin cumplir los requisitos. Para acceder al adicional, debían cumplir una carga horaria semanal de 40 horas, pero sólo cumplían 35 horas los de planta y 17 los contratados.
Compras, contratos, egresos. Tal como ya lo había hecho en auditorías previas, la AGN reitera que la UBA no cuenta con un manual de normas y procedimientos que, entre otras cosas, permita controlar las operaciones.
Para analizar este ítem, la auditoría se centró como muestra en los servicios de limpieza y mantenimiento de ascensores y montacargas en los edificios del Rectorado. En general, el informe advierte que las contrataciones “no se realizan estableciendo el mayor grado de rotación posible”: se repite la contratación de los mismos proveedores.
- En varios casos se aprobaron contratos de servicios ya prestados, es decir, retroactivamente. También se realizó en forma directa un contrato por 78.264 pesos, cuando el tope para evitar una licitación es de 75 mil pesos. El servicio de limpieza del Centro Regional Norte y del edificio ubicado sobre Arenales al 1300, para diciembre de 2001, aparece contratado dos veces.
- En el período analizado, se otorgaron subsidios por 180 mil pesos a los gremios de docentes y no docentes, “para solventar gastos que no tienen relación con los objetivos organizacionales de la universidad”, según la AGN, que también indica que no consta rendición de esos fondos por parte de los gremios.
- Por caja chica de la UBA se pueden gastar hasta 500 pesos por operación. Pero la auditoría determinó que hay muchos comprobantes que exceden ese monto: sumados, implican 87.145,40 pesos. A su vez, se detectó unahabitual operación de desdoblamiento: para vulnerar la norma y usar la caja chica, se hacían varios pagos de 500 pesos a un mismo proveedor, incluso con una misma fecha.
Ingresos y cuentas bancarias. Aquí, otra vez, la AGN señala la inexistencia de un manual de normas y de rutinas operativas. Sobre la rendición de los recursos propios recaudados por las facultades, la AGN informa que “no están acompañadas de los recibos”. Algo similar se halló en el Centro Cultural Rojas.
- Varias consideraciones mereció la situación de las cuentas bancarias de la UBA. Primero indica que el Rectorado no había informado con qué cuentas operaba. Agrega que los movimientos relacionados con débitos y créditos “no se registran en tiempo y forma”, por lo que se dificulta el control. Por ejemplo: entre el saldo bancario al 28 de diciembre de 2001 y el del 8 de enero siguiente aparece una diferencia de 20.176,40 pesos.