Después de cuatro años, después de numerosos reclamos presentados por organismos y funcionarios de derechos humanos para exigir su remoción, el director de Diplomas y Legalizaciones de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), César Luis Frilocchi, fue separado del cargo por haber sido personal civil de Inteligencia durante la última dictadura. El agente se mantuvo en el anonimato entre 1976 y 2010, cuando su rol como espía fue revelado al desclasificarse –por decisión del Ministerio de Seguridad– la lista de los 4300 integrantes del Batallón 601 de Inteligencia del Ejército. El caso había sido divulgado por este diario en junio pasado.

Las autoridades de la UNL resolvieron iniciarle un sumario a Frilocchi y desafectarlo de su función con el argumento de que “por haberse desempeñado como personal civil de Inteligencia durante la última dictadura militar podría haber incurrido en conductas contrarias a la defensa de los derechos humanos y la democracia”. Según la resolución firmada por el rector Albor Cantard, en las actuaciones realizadas hasta el momento “surgen elementos suficientes para iniciar el correspondiente sumario administrativo a los efectos de determinar la responsabilidad del agente”.

Además, señala como causa de la separación “la sensibilidad que despierta en la comunidad universitaria que el agente Frilocchi ejerza las funciones”, por lo cual “resulta oportuno desafectarlo de las mismas mientras se sustancien las presentes actuaciones”.

El Foro Contra la Impunidad de Santa Fe, que había realizado diversas presentaciones ante la UNL exigiendo que Frilocchi fuera apartado, precisó que éste se desempeñó “como Personal Civil de Inteligencia en la función de agente de Reunión del Destacamento de Inteligencia 122, asignado a las tareas de infiltración y delación”. La declaración del foro precisó que “la nefasta tarea de los PCI, agentes encubiertos que se infiltraban en sindicatos, universidades y organizaciones, era la de obtener información en forma secreta, proponiendo la persecución de estudiantes, trabajadores, intelectuales y todo aquel que participara de la resistencia a la dictadura cívico-militar”.

Frilocchi había ingresado a la UNL como estudiante de la Facultad de Ingeniería Química, a comienzos de los ’70. Su carrera académica no prosperó y, en abril de 1976, días después del golpe militar, el coronel José Hipólito Núñez, interventor de la universidad, lo designó en el área de Diplomas y Fiscalizaciones. Se presume que en 1978 fue cuando inició su carrera como espía.