UNIVERSIDAD › NUEVAS UNIVERSIDADES EN SAN ANTONIO DE ARECO Y EN SAN ISIDRO
La Universidad de San Antonio de Areco buscará “apoyar la industrialización de la ruralidad”, mientras que la Universidad Scalabrini Ortiz tendrá un perfil “fuertemente vinculado a la producción y al comercio”, según explicaron sus promotores.
Una fuerte articulación con las necesidades productivas del territorio y la misión de continuar con la inclusión de jóvenes en el sistema educativo serán los sellos identitarios de las dos nuevas universidades nacionales creadas la semana pasada. La media sanción otorgada por el Senado en su última sesión convirtió en realidad a la Universidad Nacional de San Antonio de Areco (Unsada) y a la Universidad Nacional Raúl Scalabrini Ortiz, de San Isidro, completando así la lista de 19 instituciones nacionales de educación superior creadas durante los gobiernos kirchneristas. En diálogo con Página/12, los propulsores de ambas universidades dieron detalles sobre los proyectos, que llegan a su concreción luego de recorrer caminos diferentes.
La Universidad Nacional de San Antonio de Areco tiene como origen una experiencia previa constituida por el Centro Regional de Educación Superior creado en esa ciudad hace tres años, donde se comenzaron a dictar carreras de las universidades de Quilmes y de San Martín. Los 70 alumnos que inauguraron la cursada fueron multiplicándose hasta llegar a los más de mil que son hoy, al tiempo que se sumaron las universidades nacionales de La Plata, Tres de Febrero y Lanús con ofertas propias. “Con este tamaño y la convergencia de cinco universidades con trayectorias, tradiciones, reglamentos y calendarios académicos distintos se complejizó el trabajo y se hizo lógico el paso hacia un formato unificado de universidad nacional”, explicó Gabriela Leighton, directora del Centro Universitario Areco. Este modelo de crecimiento de “abajo hacia arriba” fue lo que, a juzgar por Leighton, les valió el apoyo de diversos sectores para avanzar con el proyecto de institucionalización. “Se trata de un nuevo modelo de creación de universidad que implica demostrar primero concretamente la factibilidad y la vacancia”, explicó.
La Unsada mantendrá y profundizará la misión con la que fue creado el centro que le dio origen, que es la de “apoyar la industrialización de la ruralidad”. En ese sentido, a la Ingeniería en Alimentos que ya se dictaba se sumará ahora la oferta de Ingeniería Química, Industrial y Electromecánica. Asimismo, se hará especial hincapié en lo que es el fuerte económico de la región: la producción animal. “Vamos a trabajar para formalizar los trabajos que ya existen y profesionalizar el área, que tiene mucho potencial y resulta en muchos recursos para el país”, agregó la directora. La nueva universidad trabajará además junto a la central nuclear Atucha –que tiene instalaciones en Lima, a pocos kilómetros de Areco– ofreciendo una ingeniería y una tecnicatura en Energía nuclear. Por último, también se trabajará en “economía social, turismo y periodismo rural”.
La Unsada tendrá un área de influencia de 600 mil personas, considerando los municipios que se encuentran a 40 kilómetros o menos y que no cuentan actualmente con universidad nacional, como Exaltación de la Cruz, Capitán Sarmiento, San Andrés de Giles, Carmen de Areco, Baradero, San Pedro y Arrecifes. “Son un montón de pueblos que históricamente se han visto impedidos de poder estudiar en la universidad. Esto había conformado un sistema de castas en el cual solo algunas familias que tenían los recursos para mandar a sus hijos a estudiar a Buenos Aires eran profesionales y, por lo tanto, todos los profesionales de Areco tienen los mismos cinco apellidos”, opinó.
Aunque no descartan construir nuevas instalaciones, la universidad ya cuenta con un edificio de más de 1300 metros cuadrados con aulas, oficinas y laboratorios ubicado en el corazón geográfico de la ciudad, donde funciona el centro universitario.
La Universidad Nacional Raúl Scalabrini Ortiz, por su parte, funcionará en la localidad de San Isidro, con un área de influencia que incluirá los partidos de Vicente López, Tigre, Escobar y San Fernando. El proyecto fue una iniciativa surgida de la CGT Regional Zona Norte en 2006, que convocó una comisión integrada también por empresarios del área, colegios de profesionales, la Unión Industrial, cámaras de comercio y la CTA para darle forma. “En el 2003 vimos que se reinstalaba en Argentina un proyecto que volvía a fortalecer el mercado interno, la industria y pensamos que los hijos de los trabajadores no sólo íbamos a tener trabajo, sino que también íbamos a poder estudiar”, dijo a Página/12 el titular de la CGT Zona Norte, José Luis Casares, explicando cuál fue el contexto de emergencia la iniciativa.
Se estima que la Universidad Scalabrini Ortiz empezará a funcionar en 2017 y tendrá un perfil “fuertemente vinculado a la producción y al comercio”. Si bien el proyecto académico aún está en construcción, la intención es que se ofrezcan tecnicaturas y licenciaturas vinculadas a la administración de empresas, al ambiente, el turismo y la educación. Casares precisó que “entre Vicente López y Escobar no hay universidades públicas” y agregó que a pudieron determinar que en la zona hay 70 mil jóvenes en condiciones de aprovechar la nueva universidad. “Hay todo un prejuicio respecto a San Isidro –añadió–; pareciera que sólo vive gente pudiente y en realidad hay mucha clase media y trabajadores.”
Informe: Delfina Torres Cabreros.
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