UNIVERSIDAD
Universidades con cortes de luz y teléfono porque el Estado no paga
Desde agosto, las instituciones no reciben fondos para gastos de funcionamiento. Recién ayer se giraron los salarios del mes pasado.
› Por Javier Lorca
A la Universidad de San Luis le cortaron la luz por falta de pago. Y a la Universidad del Comahue, el teléfono. La situación se repite en el sistema universitario porque, desde agosto pasado, el Estado no les gira a las 37 casas de estudios nacionales las partidas presupuestarias destinadas a gastos de funcionamiento. La deuda del 2001 suma 64 millones de pesos y a ese monto hay que agregarles las partidas de gastos de este año, tampoco enviadas. No obstante, ayer hubo una buena noticia para las universidades. Después de una dura protesta del Consejo Interuniversitario Nacional, y mientras se multiplicaban los paros y movilizaciones docentes, llegaron los fondos para pagar los salarios de marzo.
“Hartos de administrar miseria, de escuchar vacuas declamaciones respecto de la importancia que se asigna a la educación, de ser pagadores de salarios atrasados”: así se autodefinieron los rectores en una carta de protesta enviada anteayer por el CIN a la ministra de Educación, Graciela Giannettasio.
Horas después, fueron girados los 105 millones dirigidos a pagar los sueldos de los docentes y empleados de las universidades nacionales, con más de quince días de atraso, algo que dentro de la administración pública sólo ocurrió con el sistema educativo superior. En diálogo con Página/12, el secretario de Políticas Universitarias del ministerio, Juan Carlos Pugliese, estimó que hoy mismo se podrán cobrar los salarios. Y explicó que la demora en el envío de las partidas se debió a “falta de caja”. “Los rectores se quejan porque dicen que, dentro del Estado, las universidades están a la cola de los envíos de recursos. Pero eso no es decisión de este Gobierno. Siempre estuvieron a la cola, lo que pasa es que antes no se notaba.”
“Las universidades seguimos funcionando a cuenta del incremento de las deudas con los proveedores”, dijo el rector de la Universidad del Litoral, Mario Barletta. Y agregó: “Además de la subejecución presupuestaria, el Estado adeuda dinero a las universidades desde el mes de agosto. Hace siete meses que en las casas de altos estudios de todo el país no se recibe un solo peso para afrontar el pago de servicios, becas estudiantiles, subsidios de investigación y becas establecidas en las paritarias. Sólo se envían, y de manera tardía, las partidas para pagar los sueldos al personal”. En realidad, la última partida para gastos de funcionamiento se giró en febrero y correspondía a agosto del 2001. Este año, el presupuesto universitario repite el último: son 1800 millones anuales.
El comité ejecutivo del CIN detalló: “Nos encontramos al límite de nuestra capacidad para contener el ambiente de reclamo y malestar, que se traduce en universidades tomadas, justificable quita de colaboración por parte del personal, servicios básicos cortados y tensiones sociales y económicas de diverso tipo, de todo lo cual hemos advertido a las autoridades nacionales en más de una oportunidad. Esta crisis se expande a toda la zona de influencia de nuestras universidades, generando situaciones de extrema conflictividad”.
La falta de fondos para pagar servicios se volvió acuciante en las últimas semanas. “A la Universidad de San Luis, que es una institución bien administrada, sin grandes problemas, el martes le cortaron la luz por falta de pago –admitió Pugliese–. Hoy (por ayer) se estaba trabajando para restaurar el servicio.” Peor es el escenario en la Universidad del Comahue. Así la describió el rector Jorge Rabassa, en diálogo con este diario: “Estamos viviendo una situación límite. Tenemos servicios básicos cortados. En muchas sedes, en Río Negro y Neuquén, nos cortaron el teléfono por una deuda superior a los 100 mil pesos. La empresa (Telefónica) nos tuvo una consideración especial, pero hace seis meses que no podemos pagar”. Y se sinceró: “Ya no me da la cara de vergüenza para decirles a los proveedores que no tenemos plata”.
Subnotas