Las universidades nacionales trabajan en la creación de su propio canal de televisión, público, cultural y científico. La idea de la recién lanzada Red Nacional Audiovisual –por ahora integrada por doce casas de estudios– es “desarrollar una verdadera televisión alternativa de alcance nacional, algo que hoy no existe en la Argentina”, según definieron los promotores del proyecto. ¿En qué clase de contenidos piensan? Desde material académico y científico, difusión de conferencias y actividades culturales o artísticas, hasta investigaciones, documentales y también ficción: en realidad, contenidos de esa clase ya se están generando, aunque en forma dispersa y sin coordinación. Mientras se espera apoyo oficial y que más universidades se sumen a la propuesta, la red comenzó a trabajar en la producción de programas que se emitirán desde Córdoba, con un alcance estimado de 150 mil hogares.
“El diagnóstico inicial del que partimos es que las universidades nacionales producen muchísimo material audiovisual, de todo tipo. Pero no existen ventanas de expresión más allá de lo local”, comentó Víctor Díaz, prosecretario de Extensión de la Escuela de Ciencias de la Información de la Universidad Nacional de Córdoba.
La difusión en todo el país es lo que permitiría un canal propio y ése es el propósito central de la Red Nacional Audiovisual, que acaban de formar una docena de centros de comunicación y facultades de las universidades de San Juan (UNSJ), La Plata, Río Cuarto, Córdoba, Cuyo, Entre Ríos, San Luis, UTN (Santa Fe) y del Conicet. La red tendrá su segunda reunión la semana que viene, en Buenos Aires, donde se sumarían otras unidades académicas.
“Es una barbaridad que todo lo que están haciendo las universidades esté tan disperso.” El director del Centro de Creación para Medios de Comunicación de la UNSJ, Carlos Ureta, se refería, entre otras cosas, a unas 500 horas de materiales y contenidos, infraestructura, recursos técnicos, cientos de profesionales y otros tantos programas que se están emitiendo en diferentes provincias con distinta suerte, en algunos casos desde señales televisivas propias, con una llegada estimada en 3,5 millones de espectadores. “Por encima de las jurisdicciones, aspiramos a que la red funcione como un polo de producción de contenidos y como una boca autónoma de difusión de lo que genera la universidad pública –explicó Ureta–. Obviamente, no somos Pol-ka ni Ideas del Sur, pero tampoco queremos serlo. Nos interesa desarrollar una verdadera televisión alternativa... La idea no es competir con la tevé abierta, sino ofrecer otra cosa.”
En ese sentido, “el primer objetivo es compartir con otras universidades y con toda la comunidad los eventos científicos y académicos que produce la universidad. Y más adelante, esperamos poder usar a la televisión como medio de educación a distancia”, agregó Díaz. La aspiración de la red es que el proyecto del canal universitario sea apoyado por el Ministerio de Educación: no sólo para facilitar la constitución de la nueva señal de TV, sino también para aportar recursos.
Si bien hubo experiencias audiovisuales previas entre universidades, casi todas quedaron truncas: las primeras iniciativas se desarrollaron a comienzos de los ’90, con la producción de cortos para difundir la actividad universitaria frente a los embates del menemismo; luego, durante el gobierno de la Alianza hubo un ciclo educativo exhibido por ATC, donde hoy, como Canal 7, sólo continúa el programa UBA XXI.
En lo inmediato, mientras avanza el proyecto del canal propio, los centros integrados en la Red Nacional Audiovisual ya comenzaron a producir contenidos para una franja televisiva que emitirá el Canal 6 del grupo cooperativo Colsecor, de Córdoba. Los programas irán de lunes a viernes, de 15.30 a 17 (con repetición de 11 a 13.30) y se prevé que llegarán a más de 150 mil hogares, a través de la señal de Colsecor y de los receptores satelitales instalados en sedes universitarias, además de los canales abiertos o cerrados que también se interesen en tomar la emisión.