Un acuerdo entre Oscar Shuberoff y Guillermo Jaim Etcheverry permitió ayer la demorada aprobación de la distribución del presupuesto de la Universidad de Buenos Aires. Así, las unidades académicas de la UBA recibirán casi la misma porción que el año pasado de la torta presupuestaria de 300 millones de pesos. Pese al acuerdo entre el rector saliente y su sucesor, la aprobación por parte del Consejo Superior no fue sencilla. Cuatro de los trece decanos se opusieron a la actual distribución y votaron en contra: fueron los de Ciencias Sociales, Filosofía y Letras, Ingeniería y Ciencias Exactas. “Este presupuesto no contempla ningún ajuste por la inflación. Incluye una reducción en casi todos los incisos para todas las facultades, excepto para el Rectorado”, criticó Pablo Jacovkis, decano de Exactas.
En su última sesión presidiendo el Consejo Superior, Shuberoff insistió, ante las críticas de esos decanos, en que “el nuevo presupuesto es casi idéntico al vigente. Además, se deja a consideración del nuevo consejo un fondo de 16 millones que podrá usarse para subsanar las diferencias que puedan surgir”.
El acuerdo con Jaim Etcheverry consistía en dejar aprobada la misma distribución de los recursos que rigió en 2001, dado que el nuevo rector y el renovado Consejo Superior asumirán el 7 de mayo. De no hacerse eso –se argumentó– “el eventual tratamiento del presupuesto se postergaría demasiado”. El acuerdo entre las partes se reflejó en la votación de ayer: la distribución de los fondos contó con el voto favorable de los sectores que, en la asamblea universitaria, apoyaron la elección del ex decano de Medicina como rector y también de los que apoyaron al candidato radical, Aldo Ferrer. Sumaron doce sufragios. Los que se opusieron a la repetición del presupuesto, el 2 de abril se habían alineado a la izquierda de aquéllos, con una salvedad: Jacovkis había terminado votando a Jaim, tras apoyar en primera vuelta a Félix Schuster, decano de Filosofía y Letras.
Los fondos públicos destina- dos este año a la UBA suman 299.372.429 pesos. A ellos se agregan 9 millones de pesos generados por el Rectorado y las propias facultades, más algunas reservas. “Después del recorte de agosto pasado, el presupuesto 2001 asignó 283 millones en créditos disponibles para la UBA –explicó Shuberoff–. Este año se nos asignaron 299 millones, para que se compensara el recorte del 13 por ciento a los salarios. Como eso ya lo compensábamos con otros recursos, la diferencia de 16 millones queda como un fondo de reserva para emergencias, que deberá distribuir el nuevo Consejo Superior.”
De los 312 millones globales distribuidos ayer, 260 se destinarán al área de educación, 41 al área de salud y 11 a la de ciencia y técnica. Entre las diversas unidades, la que más recibirá es la Facultad de Ciencias Exactas (20,4 millones), seguida por el CBC (19,6), Medicina (18,6) y el Rectorado (17,7). Los últimos puestos corresponden a Veterinarias (7,6), Odontología (8,5), Psicología (8,8) y Sociales (9,2).
Uno de los más duros contra el reparto aprobado fue el decano de Ingeniería, Bruno Cernuschi Frías. “No estamos en condiciones de aprobar un presupuesto. No fue tratado lo suficiente. Los números que maneja el Rectorado no coinciden con los nuestros –dijo–. Si la UBA llegó al 24 de abril con el presupuesto viejo, ¿por qué no podemos esperar dos semanas más para que lo debatan los nuevos consejeros y el nuevo rector?”. También el decano Federico Schuster se opuso: “Para la Facultad de Ciencias Sociales este presupuesto implica muy serios problemas. Los datos de nuestra Secretaría de Hacienda no coinciden con la deuda reconocida por la universidad... Creo que habría que rediscutir los criterios de distribución, particularmente del presupuesto del Rectorado”. Y apuntó: “Estoy en contra de que el Rectorado se reserve fondos ‘por las dudas’, porque habilitan a su uso discrecional”. “Si no lo aprobamos ahora, nos quedamos sin presupuesto a fin de este mes y sin autorización para realizar gastos”, alertó el decano de Agronomía, Fernando Vilella. “Este presupuesto no satisface las necesidades de nuestra facultad –señaló Raúl Courel, decano de Psicología–. Pero se ha tenido cuidado en dejar mucha flexibilidad para atender los problemas que se puedan presentar”, defendió.
Antes de zanjar la cuestión mediante los votos, el rector se hizo tiempo para lanzar un diplomático dardo contra los Schuster, padre e hijo. Después de que el decano de Filosofía y Letras reclamara que a su facultad se le estaban asignando 400 mil pesos menos en determinados incisos, Shuberoff retrucó: “La cifra total asignada a la facultad es igual a la del año pasado. La gente va a cobrar lo mismo. Y recuerde que su facultad tiene, en la relación docentes-estudiantes, el triple de inversión que Ciencias Sociales. Eso es para la sobremesa del domingo”.