El Ministerio de Educación, los gremios docentes y los rectores de las casas de estudios reabrirán hoy una mesa de negociación salarial para buscar una solución a los reclamos que, hace diez días, estallaron con huelgas, marchas y clases públicas en las universidades nacionales. Aunque las autoridades gubernamentales anticiparon su intención de blanquear las sumas no remunerativas ni bonificables que cobran los docentes –uno de sus pedidos centrales–, los gremios esperan cifras y plazos concretos. Lo que sí está claro es que la discusión comenzará bajo un nuevo plan de lucha organizado por las federaciones estudiantiles de izquierda y uno de los tres sindicatos nacionales que dividen a los profesores: hoy habrá protestas y cortes de calle, y la semana que viene se haría un paro de 72 horas.
“¿De qué sirve negociar si vienen con una huelga ya planteada?”, se preguntó un funcionario de Educación cuando se enteró, leyendo Página/12, de que la Conadu Histórica llamó a parar del martes al jueves próximos. No lo hizo cambiar de opinión saber que el paro estaba supeditado a la negociación de hoy. “Debemos reflexionar sobre quiénes son nuestros interlocutores en esta discusión, porque con la lógica del conflicto constante no se puede acordar nada”, agregó.
Pese a las disidencias sindicales, los diversos sectores docentes coinciden en sus exigencias centrales: blanqueo de los adicionales (que representan cerca del 40 por ciento de sus ingresos) y recomposición salarial que eleve el cargo testigo (auxiliar de 1ª con dedicación semiexclusiva) al valor de la media canasta familiar (800 pesos). Según cálculos informales, sólo para atender la primera demanda en forma anual se necesitaría una inversión de al menos 366 millones de pesos (el presupuesto universitario total ronda los 2300 millones). La posibilidad más cierta es que el acuerdo implique incorporar paulatinamente los adicionales al salario, concluyendo antes de fin de año.
Hasta ahora, los gremios vinculados a la CTA, la Conadu y Conadu Histórica, vienen asumiendo posturas y tomando medidas consensuadas, como parte del proceso de reunificación de la federación que intentan consumar. Sin embargo, la posición de la Conadu Histórica es más combativa: además del paro, organiza hoy una jornada nacional de protestas (ver aparte). “En nuestro ánimo no está ser irracionales –dijo Sergio Zaninelli, dirigente de la Histórica–. Si, por ejemplo, nos proponen blanquear las sumas en negro en forma retroactiva desde mayo, nos resultaría muy interesante. No vamos a pedir que cumplan con todo nuestro pliego de reivindicaciones, que incluye la derogación de la Ley de Educación Superior. Aunque sí queremos mandarle un mensaje claro al Gobierno.” El sábado, en un plenario, la Conadu Histórica analizará la situación y ratificará o cancelará las medidas.
También la Conadu hará un plenario el fin de semana, pero sin haber previsto paros con anterioridad. “Estamos a la expectativa”, resumió el secretario adjunto Pedro Sanllorenti, que no descartó medidas de fuerza si la oferta oficial no satisface. “Tanto para acordar como para tomar medidas, podríamos seguir coincidiendo con la Histórica. Esperamos una propuesta del gobierno que nos conforme a todos.” De acuerdo con los cálculos realizados por el dirigente sindical, “para recuperar el nivel adquisitivo del 2001, haría falta una recomposición del 20 por ciento. Con el blanqueo total de los adicionales, el aumento sería del 18”.
Mientras las dos Conadu se sentarán esta tarde alrededor de una misma mesa con funcionarios de Educación y rectores del Consejo Interuniversitario Nacional, habrá otra reunión con la dirigencia de Fedun, el tercer sindicato nacional, vinculado a la CGT. “Ahora entramos en un tiempo prudencial de espera y negociación –dijo Daniel Ricci, titular del sindicato–. Si antes de julio no logramos una respuesta, el próximo semestre se tomarían medidas.”