Finalmente, después de más de seis meses de demora, el congreso para renovar las autoridades de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) fue convocado para mañana. Pero aún está en duda su realización: las agrupaciones opositoras (centroizquierda e independientes) amenazan con no dar quórum, disconformes con la impugnación de los delegados de la Facultad de Odontología.
Muy criticada por la prolongación sin elecciones de su mandato, la conducción de la FUBA –en manos de un frente de izquierda encabezado por el PO y el MST– llamó al congreso para el mediodía de mañana, en la sede de Psicología. Mientras las agrupaciones seguían especulando, negociando acuerdos y contando posibles votos, el congreso se venía postergando desde diciembre, cuando estatutariamente debía haberse realizado.
También ahora el encuentro donde confluyen representantes de todas las facultades de la UBA podría frustrarse. El conflicto que podría conspirar contra la participación de la mitad más uno, de aproximadamente 120 delegados, se originó cuando la junta representativa de la federación resolvió dejar afuera a los representantes de Odontología por, supuestamente, “haber inflado la cantidad de votos”. Para la oposición, la exclusión se debe a que, con ellos en el congreso, la reelección del Frente 20 de Diciembre estaría en riesgo.