UNIVERSIDAD
› ARTICULACION ENTRE LA ESCUELA Y LA UNIVERSIDAD
Los que no logran seguir estudiando
Aunque el 60 por ciento de los alumnos que egresan de la escuela quiere estudiar en la universidad, sólo uno de cada cuatro lo consigue. El dato, relevado por la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación, evidencia las trabas que dificultan el pasaje del nivel medio al superior. ¿Las causas? Déficit académico de la escuela, escasa información sobre la universidad, incidencia de factores socioeconómicos y del nivel educativo de los padres, entre otras razones.
La información surgió del último taller del Programa de apoyo a la articulación Universidad-Escuela Media que, justamente, busca reducir el fracaso estudiantil en el ingreso a las casas de estudios. Los proyectos de articulación financiados este año por el programa son 31 (en el 2004 eran 18), involucran a 2 mil escuelas de todo el país, 31 universidades y una inversión estatal de 1,9 millón de pesos.
De acuerdo con el relevamiento, ocho de cada diez alumnos de nivel medio piensan continuar sus estudios: seis en una universidad y dos en un terciario. En el 2003, de los 300.072 egresados de escuelas, sólo 74.090 chicos de 17 y 18 años lograron entrar en la universidad: el 24,69 por ciento. Un año antes, el porcentaje había sido superior, el 32,72. En el 2001 había entrado el 26,04 por ciento, en el 2000 el 26,98 y en 1999 el 24,9 por ciento.
Lo que el programa intenta es “fomentar acciones desde las universidades nacionales para elevar los rendimientos de los estudiantes de la escuela media”, promover el trabajo conjunto de “la universidad y la escuela en las áreas más vulnerables”, también “dar herramientas a los estudiantes y a los docentes para mejorar áreas” donde se registran falencias, según explicó Juan Carlos Pugliese, secretario de Políticas Universitarias. Algunos de esos temas donde se hallaron mayores dificultades entre los alumnos fueron los conocimientos básicos en matemáticas, física, química, biología, comprensión y producción de textos. Otros déficit se vinculaban a desajustes entre contenidos y metodologías usadas en la escuela y en la universidad, falta de orientación vocacional en el colegio y ausencia de información sobre la oferta universitaria.