“Son absolutamente inválidos.” Ante la pregunta de Página/12, así calificó el secretario de Políticas Universitarias, Juan Carlos Pugliese, a los títulos expedidos en España por la Universidad Nacional de Formosa (UNaF). Esa misma fue la información que los funcionarios del Ministerio de Educación le transmitieron ayer a una comisión investigadora creada por el Consejo Superior de la UNaF.
El resultado de la investigación será presentado este jueves. Todo indica que se darán por confirmadas las irregularidades: al menos 17 estudiantes españoles fueron estafados con diplomas en Sistemas no autorizados. Los títulos, correspondientes a la UNaF, eran triangulados al exterior a través del sospechoso World College, un instituto privado asentado en Tierra del Fuego que los “revendía” al Instituto Cibernos, de Madrid. Además, estarían involucrados otros dos institutos privados españoles, la también madrileña Escuela Superior de Negocios y la Escuela Europea de Sistemas Informáticos, de Navarra.
Si bien existe un convenio de cooperación entre la UNaF y el World College firmado por el rector de la universidad, el justicialista Carlos Dalfaro, el documento nunca fue aprobado por el Consejo Superior de la casa de estudios, por lo que carece de toda legalidad institucional.
La pesquisa de la comisión investigadora, integrada por miembros de la comunidad académica, llegó ayer a Buenos Aires. Cuatro integrantes de la comisión que preside el decano de Recursos Naturales, Julio Gómez, se presentaron en el Palacio Sarmiento para solicitar información sobre lo actuado por el ministerio. Y pidieron confirmar formalmente lo que ya se sabía: la invalidez de los convenios rubricados por las autoridades de la UNaF, así como de los títulos concedidos a los estudiantes españoles, quienes pagaban entre 4 mil y 7400 euros por cursar a distancia, y durante sólo un año, una Licenciatura en Sistemas.
“Los convenios involucrados no tienen validez, ni tampoco autorización del Ministerio de Educación –explicó Juan Carlos Pugliese, una vez concluida la reunión–. No sólo no se otorgó ninguna autorización oficial, sino que ni siquiera la solicitaron.” Para dictar cursos o carreras a distancia, es obligatoria la aprobación del gobierno nacional: “La UNaF sólo tiene permiso para dar a distancia una licenciatura en Historia, que no tuvo nada que ver con este problema.”
Además, “el World College no cuenta con ningún tipo de habilitación para ofrecer títulos universitarios. Solamente tiene una autorización del gobierno provincial para ofrecer diplomas de nivel terciario o polimodal”, aseguró el secretario de Políticas Universitarias.
Tras el estallido del escándalo, la semana pasada, el consejo de la UNaF decidió otorgar una licencia obligatoria de dos semanas al rector y también al decano de la Facultad de Administración y Negocios, Héctor Quijano, otro virtual involucrado en el fraude. Si la sesión del Consejo Superior prevista para pasado mañana confirma la estafa, ambos funcionarios podrían ser destituidos. En el caso del rector, esa decisión sólo puede tomarla una asamblea universitaria. Según se informó, la asamblea podría ser convocada el jueves mismo. Aunque, como se comentaba en la cartera educativa, mucho depende del rol político que juegue el gobierno formoseño. Por eso, el Ministerio de Educación se ocupó de dejar claro su apoyo a la investigación y a las posibles sanciones resultantes.
Casualmente, las principales críticas contra la comisión investigadora de las irregularidades han señalado que, entre sus integrantes, se cuentan funcionarios del Ejecutivo provincial. “No confío ni dejo de confiar en la comisión, habrá que seguir atentamente la investigación”, advirtió, en declaraciones radiales, Antonio Prieto, ex rector de la UNaF.