Después de más de dos años, la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) realizó un congreso para renovar sus autoridades y otra vez resultó electa la conducción de izquierda encarnada por el Frente 20 de Diciembre. Lejos de superar el conflicto desatado entre las agrupaciones estudiantiles de la UBA, el congreso fue desconocido por el bloque reformista, que creó una federación paralela, y duramente criticado por el grupo de centroizquierda que abarca desde independientes hasta kirchneristas.

El congreso se hizo el sábado pasado, en la Facultad de Filosofía y Letras. Como es habitual, hasta último momento continuaron las discusiones y negociaciones entre los dirigentes estudiantiles. El gran interrogante era quiénes ingresarían y si la izquierda conseguiría quórum para sesionar. Además de las agrupaciones que integran el frente ganador (el PO, el MST y la CEPA), acreditaron a sus delegados el PTS y listas independientes como NBI, Síntesis, Sinergia, otras del ARI y también kirchneristas como La Vallese y El Agite, aunque se retiraron antes de votar. Tradicionalmente, el congreso de la FUBA contempla a 130 delegados, una decena por facultad. Pero esta vez, la federación consideró que dos centros fueron elegidos en forma dudosa –Económicas y Odontología– y redujo el número de representantes a 110. De ese modo, logró sesionar con quórum mínimo. “Pese al nuevo boicot de la Franja Morada y sus socias, que aún quieren sostener a Alterini, el congreso logró el quórum necesario con la presencia de 57 delegados”, dijo Agustín Vanella, dirigente saliente de la federación.

El Frente 20 de Diciembre asumirá una presidencia colegiada con Juan Pablo Rodríguez (PO), María Damasseno (MST) y Martín Bustamante (CEPA). En sus diversas variantes, la izquierda encabeza siete de los trece centros de estudiantes de la universidad: Psicología, Ingeniería, Veterinarias, Sociales, Filosofía y Letras, Exactas y Arquitectura.

Como se recordará, hace dos semanas un conjunto de agrupaciones reformistas anunció que rompía con el movimiento estudiantil y creaba la FUBA de los Estudiantes. Se trata de Franja Morada (Nuevo Espacio), Nuevo Derecho (MNR), Alianza por los Estudiantes y AFO, que conducen los centros de Económicas, Derecho, Farmacia y Odontología, respectivamente. Para ese bloque, la izquierda intentó “perpetuarse en la federación con otro congreso inéditamente trucho e impresionantemente irregular, desconociendo el propio estatuto de la FUBA, modificando los resultados de las elecciones de tres facultades, proscribiendo a los estudiantes de dos y arrogándose un quórum que nunca alcanzaron”. Con esos argumentos, anunciaron que recurrirán “a la Justicia, única opción para la normalización de la federación”.

Una tercera posición tomaron los centros estudiantiles de Medicina y de Agronomía –presididos por las independientes QRS y LAI–, junto a las agrupaciones Colectivo para la Transformación Universitaria, MNR (Filosofía y Letras), La Vertiente, Movimiento Evita, Frente Libres del Sur –estas últimas, kirchneristas–. Como una “lamentable pantomima” calificaron al congreso, porque “no se estableció ningún sistema claro y transparente de acreditaciones y votación, tampoco fue transparente el reparto de delegados” ni “la presentación de los balances contables”. “Por eso, quienes queremos la unificación del movimiento estudiantil, pues no estamos para nada de acuerdo con la ruptura de la federación llevada adelante por los centros de estudiantes que sostienen la candidatura de Alterini, instamos a quienes se arrogan la conducción de la FUBA a realizar un llamado a congreso para normalizar de una buena vez la federación.”