UNIVERSIDAD
› CAUSA JUDICIAL CONTRA LA EX GESTION DE LA EDITORIAL
300 mil sospechas en Eudeba
Un informe de la UBA denuncia el uso irregular de fondos de la editorial para gastos de sus directivos. Con una tarjeta de crédito corporativa se gastaban más de 10 mil pesos mensuales.
› Por Javier Lorca
El Consejo Superior de la UBA hizo público en su última sesión un informe sobre la situación de la Editorial Universitaria de Buenos Aires (Eudeba). El rector Guillermo Jaim Etcheverry leyó los resultados de una auditoría interna que motivó una denuncia judicial centrada en la gestión de las autoridades de la editorial entre 1998 y 2001. Allí se indica que existían “numerosos gastos que no correspondían”. Más de diez mil pesos mensuales habrían sido usados por el ex presidente y ex gerentes para afrontar cuentas presuntamente personales mediante el uso de una tarjeta de crédito corporativa. En total, a lo largo de tres años, se gastaron 300 mil pesos sin rendición de cuentas.
El 99 por ciento de las acciones de Eudeba pertenece a la UBA. Desde el ‘98 y hasta diciembre pasado, la editorial fue presidida por Luis Yanes, ex decano de la Facultad de Filosofía y Letras. A fines del año pasado, todavía con Oscar Shuberoff como rector, se detectó una serie de irregularidades en el funcionamiento de la entidad: incumplimientos estatutarios y ausencia de controles internos, entre otras cuestiones. Por eso, y dado que todo el directorio tenía el mandato vencido, fue nombrado otro, con la entonces secretaria académica de la UBA, Alicia Camilloni, a la cabeza. Después de un conflicto con el nuevo rector, ese directorio terminará sus funciones hoy, cuando una asamblea societaria presidida por Jaim Etcheverry les acepte la renuncia a todos sus miembros.
“La Editorial Universitaria de Buenos Aires debe volver a ser lo fue en el pasado. Es difícil. No son los años ‘60. La condición de contexto es muy diferente. Pero tendríamos que hacer entre todos que Eudeba vuelva a ser un organismo con el prestigio que tuvo en toda Latinoamérica y que a lo largo de los años ha ido perdiendo”, dijo Jaim Etcheverry. El rector pretende nombrar en el directorio a un grupo de notables, entre ellos a Nicolás Casullo, Patricio Garraham, Alberto Kornblihtt, Francisco Suárez, Francis Korn, Antonio Hall y Horacio Frangoni.
En la sesión del miércoles pasado, el Consejo Superior de la UBA discutió la situación de varias empresas de la universidad: se hizo foco en UBAnet, UBAtec y la desconocida UBA Salud, así como en la editorial Eudeba. Cuando se trató sobre esta última, Jaim Etcheverry leyó el informe presentado por el directorio ahora saliente. Entre los datos que reveló figura, además de los desmanejos administrativos ya citados, que el ex presidente de Eudeba y algunos gerentes usaban una tarjeta de crédito corporativa American Express como una suerte de “suplemento del sueldo”. Como si éste fuera escaso: por caso, Luis Yanes cobraba 800 pesos como presidente del directorio, pero sumaba otros 5 mil como gerente general.
En el caso del ex presidente, los gastos efectuados con la tarjeta corporativa rondaban los 10 mil pesos mensuales, por promedio. Durante los años de su gestión se gastaron, sin detallar gastos, unos 300 mil pesos. De ellos, 250 mil corresponderían a la tarjeta manejada por el propio Yanes, quien no había entregado las rendiciones de cuenta de American Express. Cuando Camilloni, como presidenta del directorio, pidió esas rendiciones, halló que la tarjeta era usada para pagos a supermercados, restaurantes, comercios de ropa y mueblerías, entre otros rubros. “Eran gastos totalmente personales”, dijo un miembro del directorio saliente.
Tras asumir en diciembre pasado y advertir el estado en que recibía la editorial, el directorio hizo una presentación ante la Justicia Federal, patrocinado por el estudio de Ricardo Monner Sans. La causa recayó en el juzgado de María Servini de Cubría y la fiscalía todavía está en la etapa de investigación. “Creemos que hubo potencialmente mala administración -dijo a este diario un hasta hoy miembro del directorio–. Presumimos que hubo comisión de delitos.” La cautela de los denunciantes se debe a que, aunque no les quedan dudas sobre la ilegitimidad de los gastos efectuados, ignoran si los funcionarios de Eudeba estaban de algún modo autorizadospara usar la tarjeta corporativa sin rendir cuentas. De hecho, Yanes habría argumentado, frente al cuestionamiento de las autoridades de la UBA, que él creía estar autorizado a realizar esos gastos.
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