Los decanos de la Universidad de Buenos Aires (UBA) insisten con dos alternativas ante las protestas de la FUBA. Ayer continuaron las gestiones para que el Gobierno les permita utilizar el Congreso como sede para reunir la asamblea universitaria e intentar elegir rector. No obtuvieron respuestas formales, pero sí un aliciente: el ministro de Educación, Daniel Filmus, repitió públicamente su preocupación por la crisis de la UBA y manifestó su acuerdo con el uso del edificio del Parlamento. A la vez, los decanos preparan una apelación para volver a requerir la intervención de la Justicia como garante del funcionamiento de los órganos académicos.

“La Justicia debe intervenir en el momento oportuno para evitar un enfrentamiento en la UBA. No compartimos los mecanismos violentos, no estamos en el Lejano Oeste, ni queremos que la universidad termine como el Hospital Francés. Esperamos que el Poder Judicial proteja nuestro derecho a reunirnos y debatir”, reclamó Rubén Hallú, decano de Veterinarias y candidato al rectorado, en diálogo con Página/12. Puso un ejemplo: “Si cada vez que una persona sale a la calle, a la misma hora y en el mismo lugar sufre un delito, cuando se presenta a la Justicia para pedir protección no puede recibir como respuesta que no hay causa. La Justicia no puede desentenderse”.

Las autoridades de la universidad se sintieron “a la deriva” cuando la jueza federal Susana Córdoba desestimó el martes, por ausencia de causa, una medida cautelar solicitada la semana pasada. Sin protección ni veedores judiciales, la sesión del Consejo Superior prevista para el miércoles fue rápidamente bloqueada por la izquierda estudiantil. Ahora, con un acta labrada anteayer por un escribano, los decanos van a proponerle al vicerrector Aníbal Franco que la universidad apele lo resuelto por la jueza.

Pero la apuesta central es otra. Con notas dirigidas a la presidencia de ambas cámaras legislativas, los decanos solicitaron –como ya se informó– la cesión del Congreso para convocar una sexta tentativa de asamblea. Si lo consiguen, tratarán de organizar la elección del rector antes de mediados de diciembre. Si no... La opinión expresada por Filmus ayer los tranquilizó y su esperanza era recibir una respuesta hoy. “Sería un gesto de buena voluntad del Poder Legislativo con la universidad pública y gratuita, donde hay una mayoría consensuada que no puede expresarse por la acción de una minoría”, opinó Hallú. Un funcionario del Ministerio de Educación confió a este diario: “Ahora que los decanos llegaron a un acuerdo, es posible que se les dé el Congreso. Pero hay algunas dudas, no está claro si es conveniente para el Gobierno mezclarse en este conflicto. La decisión la va a tomar el Presidente”.

Hasta el momento, pese a las numerosas reuniones y negociaciones con participación de funcionarios, la postura oficial del Gobierno fue declarar su prescindencia y su respeto a la autonomía universitaria. Ayer lo repitió Filmus: el Ejecutivo “no puede intervenir de ninguna manera en el tema universitario, salvo que la Justicia o el Poder Legislativo lo determinen”.

Aunque había sido anunciado ante los medios de comunicación, ayer no hubo encuentro entre la dirigencia de la FUBA y el vicerrector Franco. Recién al final del día los estudiantes fueron convocados para hoy a las 11, cuando llevarán un documento con sus reclamos (ver aparte). La idea de Franco –que no integra el acuerdo alcanzado por los decanos– es “mediar” entre las partes, incluso analizando convocar una asamblea para reformar los estatutos antes de elegir rector.