“Por ahora es un acuerdo de voluntades, pero no es poco. En la situación actual, ya es mucho”, celebró la secretaria general de la Federación Nacional de Docentes Universitarios, Anahí Fernández. El gremio y el consejo que agrupa a los rectores de todas las universidades públicas firmaron ayer un convenio para que los profesores se enrolen entre los primeros trabajadores estatales que recuperan el 13 por ciento de sus salarios, cercenados hace un año por el entonces ministro Domingo Cavallo. La recuperación de los sueldos, que alcanzará a más de 25 mil docentes, tiene el visto bueno del Ministerio de Educación, pero todavía no se sabe cuándo empezará la cartera de Economía a girar los fondos. Además, la negociación implica abrir una paritaria para discutir una recomposición salarial, algo que no ocurría desde el ‘98. El otro sindicato docente, la Conadu Histórica, rechazó el acuerdo (ver aparte).
El Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y la Conadu sellaron el convenio en la Universidad de La Matanza, donde jugó de local el actual presidente del CIN, Daniel Martínez, un hombre del PJ relacionado con Alberto Pierri.
El año pasado, como parte del fracasado paquete bautizado Déficit Cero, los trabajadores de la Administración pública nacional con sueldos superiores a 500 pesos sufrieron un recorte del 13 por ciento. Algunas universidades, como la UBA, no lo aplicaron y compensaron el tijeretazo con recursos propios. Pero la mayoría no tuvo más remedio que acatar. “Ahora, vamos a recomponer el 11 por ciento a los docentes. El otro 2 por ciento no vamos a poder, porque fue sacado del presupuesto”, detalló el rector Martínez a este diario. Si bien este año se seguía aplicando el recorte, el presupuesto universitario votado por el Congreso es el mismo que precedió al recorte de Cavallo (1800 millones de pesos), por lo que mediante una redistribución interna se puede evitar la quita. El primer gremio estatal que lo logró fue el de los no docentes (Fatun), el mes pasado.
Lo que ayer no quedó claro es desde cuándo se hará la devolución. Depende de que Economía readecue las partidas que envía cada mes. “Vamos a exigir que sea de inmediato –avisó Anahí Fernández, de Conadu–. Lo importante es que todos los rectores se comprometieron a dirigir los fondos a los salarios docentes. Porque hasta ahora había algunos que querían usarlos para otras cosas.”
Los cargos docentes universitarios son 133 mil, repartidos entre 95 mil personas: casi el 30 por ciento de ellas se beneficiará con la anulación del recorte. Se trata de docentes con dedicaciones semiexclusivas (el promedio cobra entre 400 y 600 pesos) y, la mayoría, exclusivas (entre 600 y dos mil). El monto que cada uno recuperará será de unos 120 o 130 pesos por mes. Como contraparte, la Conadu no tomará medidas de fuerza si el CIN y el Gobierno respetan lo acordado.
La otra pata del convenio es la apertura de una paritaria en cada universidad. “Entre un 30 y un 40 por ciento de los docentes universitarios está por debajo de la línea de pobreza. El próximo objetivo es recomponer los salarios, en especial los de menos de 500 pesos. Pero es un universo muy diverso. Tenemos que buscar criterios equitativos”, dijo Fernández. ¿De dónde podrían salir los fondos para dar un aumento? Martínez: “Vamos a buscar alternativas. Una posibilidad es avanzar en la propuesta que le hicimos al Presidente, para que las universidades sean consultoras privilegiadas del Estado. Sería una forma de obtener más fondos y poder acordar un aumento”. La última paritaria entre el CIN y la Conadu terminó con la creación, en 1998, del Plan Plurianual de Recomposición Salarial que el Estado sólo cumplió aquel año. “Pero fuimos el único gremio estatal que logró un aumento en el salario real. Aunquefue poco y nuestros salarios siguen siendo una porquería, todavía lo seguimos cobrando”, recordó la dirigente sindical.