UNIVERSIDAD
› LA UNIVERSIDAD DE CUYO RECORTA LOS SALARIOS POLITICOS
Autoajuste para pagar becas
Rector, decanos y secretarios cedieron parte de sus sueldos para ayudar a los alumnos de bajos recursos y mejorar el rendimiento académico.
Ante la crisis y las dificultades que sufren los alumnos para poder seguir estudiando, la Universidad Nacional de Cuyo resolvió apelar a los bolsillos de sus autoridades y cargos políticos para financiar becas. La decisión fue tomada por unanimidad en el Consejo Superior y tiene vigencia desde los sueldos de julio que se están cobrando estos días. La rectora, el vicerrector, los decanos y vicedecanos, además de los secretarios de la universidad y las facultades, tendrán un ajuste salarial de entre el 4 y el 14 por ciento: de 60 a 300 pesos, según los casos. El ahorro sumará unos 140 mil pesos y permitirá pagar 77 becas. “Significa un sacrificio, pero como las partidas de sueldos son las únicas que recibimos hice esta propuesta y todos la aceptaron”, contó a Página/12 la rectora Victoria Gómez de Erice.
La Universidad de Cuyo tiene 25.800 estudiantes de grado, más otros 5 mil escolares. El presupuesto que debería recibir es de 75 millones, pero, al igual que al resto del sistema universitario, el Estado sólo le está enviando las partidas para pagar salarios: las destinadas a otros gastos se adeudan desde octubre pasado.
“Con el empobrecimiento enorme que está sufriendo la población empezamos a percibir que muchos alumnos dejaban sus carreras o sólo venían para rendir los exámenes”, dijo Gómez de Erice. El nuevo programa otorgará 77 becas de iniciación en la investigación, la docencia y la extensión universitaria. Serán siete becas para cada una de las once facultades y estarán dirigidas a los estudiantes de los últimos años con mejor rendimiento académico. La idea es, además de ayudar económicamente, premiar el esfuerzo.
Cada estudiante becado recibirá 75 pesos mensuales. “Parece poco pero puede ayudar a pagar el transporte o un sandwich todos los días”, apuntó la rectora. De hecho, según los datos que manejan las autoridades de la universidad, la mayoría de los estudiantes que se inscribieron en los programas de becas proviene de familias con ingresos de 250 pesos al mes. Este año 2 mil alumnos se inscribieron para acceder a alguna de las 210 becas para transporte, 310 de ayuda económica, 160 para comedor y 21 para alojamiento. El 85 por ciento de ellos vive en zonas urbanas y el resto, en rurales. La mayoría (75 por ciento) son mujeres y tiene entre 20 y 25 años.
El recorte de los salarios se aplicará de julio a diciembre de este año. Pero si la situación económica no varía, se seguirá aplicando el año que viene. El ajuste más grande, del 14 por ciento, lo sufrirán los salarios de las jerarquías superiores con dedicaciones exclusivas: rectora, vicerrector, decanos y vicedecanos. Gómez de Erice, por ejemplo, cobraba un sueldo nominal de 2700 pesos que, con adicionales, llegaba a los 3300. Ahora cobrará 3 mil. Para los funcionarios con dedicaciones parciales, el recorte será de 6 puntos y de 4 para los secretarios de la universidad y las facultades.
“Este año vimos una reducción del 20 por ciento en la inscripción de nuevos estudiantes. Y eso tiene mucho que ver con la situación económica. Muchos chicos no pueden ni viajar hasta la universidad”, comentó a este diario Rodrigo Touzo (Movimiento Amplio Universitario), ex titular de la Federación Universitaria de Cuyo y a punto de egresar de la Facultad de Ciencias Políticas. “En la facultad el año pasado dábamos 300 becas de fotocopias y alcanzaban. Ahora se duplicó la demanda y supera toda nuestra capacidad.”