El enfrentamiento de la Federación Universitaria de Buenos Aires con el rector Ruben Hallu ya casi es un clásico. Fue electo en 2006 en el Congreso y con los estudiantes movilizados. Y así volvió a suceder en diciembre pasado, cuando fue reelecto, y también en el acto de reasunción de la semana pasada, esta vez en la Facultad de Derecho. Hallu aseguró a este diario que mantuvo “contacto con algunos dirigentes, pero resulta difícil sostener un diálogo, porque la agresión es constante y gratuita. Acepto que algunas cosas que pueda pensar yo les molesten y se encuentren en los antípodas de su pensamiento. Esto es válido y normal que suceda, sobre todo en la universidad, pero no hay por qué ofender. Igualmente, sabemos que no es toda la FUBA, son sectores”. Los alumnos plantean que el rector realiza una “persecución política” contra ellos al judicializar las protestas que llevan adelante. En la última reunión del Consejo Superior se vislumbró la posibilidad de abrir una mesa de negociación para entablar un diálogo, en particular sobre la causa penal iniciada al ex presidente del centro de estudiantes de Sociales, Germán Feldman, por la toma de un espacio para construir un bar estudiantil en el estacionamiento contiguo a la facultad.