UNIVERSIDAD
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Pocos indios
Un interesante abordaje del problema de los ad honorem se puede leer en la última edición de Exactamente, la revista de la FCEN-UBA. “El abultamiento desmedido de los cargos ad honorem tiene su raíz en el problema de la deformidad de los planteles docentes –escribió Ricardo Cabrera–. Una estructura docente normal debe tener forma piramidal, por ejemplo: un titular, un asociado, dos adjuntos, cinco jefes de trabajos prácticos, nueve ayudantes... Pero hay lugares por donde por diferentes motivos... el amiguismo hace que se utilice la plata destinada a una materia para crear más cargos de caciques, y se quedan sin dinero para los cargos de indio... No sólo empieza a faltar gente para atender las comisiones atestadas de estudiantes sino que ahora son todos caciques así que ni aparecen por las aulas a ensuciarse de tiza. Total siempre hay algún tonto que va a venir a laburar gratis. Ahora, este tonto no es ningún tonto... ¿Por qué acepta? Ojalá fuera sólo por el honor, pero hay algo más. Una designación en la universidad engrosa el currículum, y un currículum importante, en el mercado laboral, tiene su correlato económico”.
Nota madre
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