Los consejeros estudiantiles de la FUBA formularon ante el cuerpo sus quejas porque la Facultad de Ingeniería le quitó al centro de estudiantes la administración de bares y locales de fotocopias y apuntes. También cuestionaron a las autoridades de esa casa por haber contratado a la empresa de seguridad privada Entheus-Fidei, “vinculada al carapintada Seineldín”. El decano de Ingeniería, Carlos Rosito, respondió las críticas que le endilgaban la privatización de los servicios antes brindados por los alumnos, dijo que en realidad se trata de “una estatización” y enumeró las numerosas irregularidades que habrían motivado la revocación de la concesión. Las acusaciones volvieron a cruzarse y, finalmente, se impuso la postura de acotar la sesión al temario que la había convocado. Pero quedó claro que en el ánimo general está el analizar cómo y quiénes continuarán administrando, en toda la universidad, los servicios en la mayoría de los casos detentados por los centros de estudiantes. “Hay que solucionar el problema de fondo, que es la acción social de la universidad”, dijo Alberto Barbieri, decano de Ciencias Económicas.