HARRY POTTER Y EL PRISIONERO DE AZKABAN
de Alfonso Cuarón. Con D. Radcliffe, Gary Oldman, D. Thewlis y Alan Rickman.
2004, 141 min. AVH.

Dándoles una lección a los que sólo aceptan esta clase de trabajos por dinero, el mexicano Alfonso Cuarón (el de Y tu mamá también) logró elevar a la categoría de verdadero cine una serie cinematográfica que hasta ahora era una mera ilustración del original literario. Están más creciditos Harry y sus amigos (hasta el punto de que en cualquier momento el chico se convierte en adulto) y junto con ellos la propia saga pega el estirón. Con el apoyo del habitual Who is Who del cine inglés, justas dosis de humor, espíritu aventurero y hasta terror, y manteniendo a raya el show de efectos especiales, esta tercera Harry dignifica el género de gran espectáculo.



EL ENSAYO,
de Catherine Corsini. Con Emannuelle Béart, Pascale Bussières, J. P. Kalfon y Marilú Marini.
2001, 95 min. SBP.

Parte de la colección “Primer tour del cine francés en la Argentina”, El ensayo desarrolla la intrincada madeja de cariño, amor loco y posesión entre dos amigas, interpretadas por la ansiada Emanuelle Béart y la canadiense Pascale Bussières. Como en el clásico La malvada, la envidia parece ser tan fuerte como la atracción que el personaje de Bussières (que abandonó la carrera de actriz cuando comprendió que no era lo suyo) siente por el de Béart, estrella en ascenso. Lo que le da una particular densidad al film de la francesa Corsini es el modo en que la realizadora hunde la mirada sobre esta red de sentimientos encontrados y, en muchos casos, extremos. Haciendo casi de sí misma, por allí anda Marilú Marini.



MUERTOS DE RISA,
de Edgar Wright. Con Simon Pegg, Nick Frost y Kate Ashfield.
2003, 99 min. AVH.

Comedia de zombies británica que parafrasea las clásicas películas del género dirigidas por George Romero, Muertos de risa (Shaun of the Dead) es la clásica película hecha con dos pesos y entre amigos, para divertirse un rato y, de paso, rendir homenaje a las películas que les gustan. Hasta ahí, todo bien. El problema es que los amigos (dos típicos slackers, que se la pasan viendo la tele o chupando en el pub) no son demasiado graciosos (aunque el público inglés muere con ellos). La película tampoco, tal vez porque el realizador es tan fiaca como ellos. Hay buenos chistes y alguna idea muy eficaz, como la de que los tipos son tan zombies que no se dan cuenta de que toda Londres se está zombificando.



LO LLAMAN PECADO,
de Joseph L. Mankiewicz. Con Cary Grant, Jeanne Craine y Hume Cronyn.
1951, 110 min. B & N. Epoca.

Sólo un alquimista de la talla de Joseph L. Mankiewicz (autor de La malvada y La condesa descalza) podía convertir en oro lo que en otras manos hubiera sido puro barro cinematográfico. Cary Grant es aquí un prestigioso ginecólogo (¡!) cuyas ideas humanistas y criterios heterodoxos despiertan el celo persecutorio de la corporación médica, encarnada en una suerte de inquisidor con delantal (Hume Cronyn). Que la película haya sido filmada en pleno macartismo le da todo un subtexto altamente subversivo, que los censores de la época por suerte no advirtieron. Todo está narrado con una joie de vivre y una sofisticación intelectual que son Mankiewicz puro. Deleite puro, en una palabra.