VIDEOS
Lanzamientos
OSAMA,
de Saddiq Barmak. Con M. Golbahari, Arif Herati y Z. Zahar.
2003, 83 min. Transeuropa.
Es raro que esta película no haya tenido la respuesta de público que era de prever cuando se estrenó en cines, y su lanzamiento en video da la oportunidad de verla a quienes en su momento no lo hicieron. Primer film realizado en Afganistán desde la llegada al poder de los talibanes, Osama denuncia la lamentable situación de las mujeres bajo ese régimen (y, por extensión, en todo régimen fundamentalista). En medio de la represión, la humillación, la animalización incluso, una madre resuelve hacer pasar a su hija por varón, para que así al menos pueda trabajar. Pero la triquiñuela será descubierta, con feos resultados. Apuntada al público occidental, Osama logra conmocionar, con aplastante eficacia, algún toquecito de demagogia y sin excesos de sutileza.
AMERICAN SPLENDOR,
de S. Springer Berman y R. Pulcini. Con Paul Giamatti, Hope Davis y Harvey Pekar.
2003, 101 min. AVH.
Esta prometedora ópera prima trae a la luz (es una manera de decir) la figura de Harvey Pekar, un más o menos típico freak americano que llegó a ser una leyenda del historietismo under. Que se trata de un cálido homenaje queda claro con la aparición en pantalla del propio Pekar, que, haciendo de sí mismo, funciona como versión monoplaza de los coros griegos, comentando la acción y proporcionando datos de su vida. Tipo oscuro y retraído, Pekar trabajó hasta jubilarse en una gris oficina de hospital. La película adopta ese feeling tirando a depre, sobre el que el título ironiza. Paul Giamatti se consagra en el protagónico, y por allí aparece un actor haciendo de Robert Crumb, maestro y mentor de Pekar. Imperdibles las presentaciones del protagonista en El show de David Letterman.
LA MANZANA DE LA DISCORDIA,
de Adam Bernstein. Con Chris Noth, Colm Meaney, Robert Patrick y Elliott Gould.
2002, 96 min. AVH.
Si Tarantino tuviera tantos hijos reales como putativos, equivaldría a una versión gringa del general Urquiza. Cuya prole, según dicen, llegaba casi al centenar. El género policial revisitado con rictus irónico, diálogos zombificados, matones zonzos, esposas que tienen pitando a los más duros: todo reaparece aquí, sin las eclosiones de sangre, la erudición pulp y, obviamente, los golpes de genio de Mr. Q. Hay guerra de gangsters y la policía mete un “topo” entre ellos, para averiguar y sacar provecho. Protagoniza Chris Noth, conocido por su participación en Sex and the City. El irlandés Colm Meaney (de Esperando al bebé y otras) hace de policía neoyorquino. Robert Patrick (el terminator malo de T2) luce pelo platinado, y Elliott Gould funge de capomafia.
VITAMINAS PARA EL AMOR,
de Howard Hawks. Con Cary Grant, Ginger Rogers y Marilyn Monroe.
1952, 97 min. B & N. Epoca.
Se reedita este clásico de la screwball comedy, protagonizado por varios de los nombres mayores del género: Howard Hawks en la dirección, Cary Grant en el protagónico y como coguionista I.A.L. Diamond, brazo derecho de Billy Wilder. Como de costumbre en las comedias de Hawks, Grant hace de científico despistado (recordar La adorable revoltosa), cuya condición hipercivilizada se ve subvertida por un capricho de la naturaleza. Una monita (“las mujeres siempre traen problemas”, se dice en alguna película de Hawks) hace de las suyas y el Dr. Grant & Sra. (Ginger Rogers) terminan probando un brebaje que los rejuvenece súbitamente, haciendo aflorar lo reprimido. En este contexto no es raro que Marilyn, rubio objeto del deseo, haga también de las suyas.