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OPINION

Los asaltos ideales

Por Leonardo Moledo

La verdad es que no sé si esto es una idea novedosa, y ni siquiera sé si se trata de una idea, pero igual se las cuento: es un sistema para evitar los asaltos a los bancos, bueno, no exactamente para evitarlos, sino para canalizarlos de una manera pacífica que evite los inconvenientes y avatares tipo Plata quemada, mediante un diálogo y acuerdo civilizado entre los asaltantes, la policía, los bancos y las compañías de seguros.
Funcionaría más o menos así: cuando un grupo decide asaltar un banco, presenta su plan (que siempre lo hay) como un Proyecto de Asalto, en el que se especifican hora, día, lugar, botín que se pretende o se calcula, procedimientos, forma de sortear los sistemas de vigilancia, etc., ante un comité especial que lo analiza cuidadosamente y con criterios científicos (para lo cual puede, por ejemplo, pedir ayuda al Conicet). Si el comité decide científicamente que el plan no tiene fallas y que tendrá éxito, la compañía de seguros entrega directamente el dinero al grupo que propuso el plan; si encuentra un error y concluye que el asalto culminará inexorablemente en el fracaso, los proponentes se avienen a pasar una temporada en la cárcel, redimible por multa.
Naturalmente, para garantizar la transparencia del procedimiento (y evitar, por ejemplo, que el banco tome medidas de seguridad posteriores a la presentación del plan, o que los aspirantes a asaltantes lo modifiquen), el comité debe estar integrado por representantes de todos los sectores involucrados: la policía, los bancos, las compañías de seguros y la misma hampa y se financiaría mediante un canon del 10 por ciento de los botines de aquellos asaltos que sean aprobados, y otro tanto de las multas con que los asaltantes bochados rediman sus días de cárcel. Entre las ventajas del sistema pueden señalarse:
1) No es violento.
2) Ahorra molestias tanto a los clientes y empleados del banco, como a los asaltantes y la policía.
3) Genera empleo, ya que, además de los propios integrantes del comité, harían falta secretarias, contratar científicos especializados, compañías consultoras, etc.
4) Promueve las relaciones fluidas entre sectores de actividad como el hampa, la banca y las compañías de seguros, cuyos intereses son comunes (ganar dinero).
5) Una vez que el sistema esté en marcha y asentado, podría incluso efectuarse de manera electrónica vía Internet: plan, análisis, transferencias de dinero, etc.
6) Proporciona lugares donde pueden aportar su experiencia tanto ladrones como policías retirados (ya sea en el propio comité como en las comisiones asesoras).
7) El proceso de análisis y refutación de los proyectos de asalto es un ejercicio intelectual con derivaciones pedagógicas, ya que está vinculado con la epistemología popperiana.
8) Permite un mejor control del flujo de dinero, transparencia impositiva, etc., y por lo tanto ayuda a mejorar las cuentas fiscales.
Entre los inconvenientes, veo:
1) Requiere de la honestidad y buena fe a toda prueba de los banqueros, las compañías de seguros, la policía y los ladrones, ideal que, por ahora, parece que está lejos de lograrse.
2) Es posible (aunque no seguro) que la actual tendencia global a la concentración forme grandes grupos de asalto mediante la fusión de bandas más pequeñas, con ejércitos de empleados que se dediquen a fabricar planes infalibles (de hecho podrían contratar a los mismos expertos y técnicos que tratan de refutar los planes), lo cual exigiría una complicada legislación antimonopolista similar a la que acaba de proporcionarle grandes dolores de cabeza a Microsoft.
3) Con el crecimiento de las compañías de asalto, podría incluso
producirse una fusión entre esas propias compañías y los bancos, mediante el deposito de los botines en los mismos bancos asaltados, y los créditos bancarios para pagar
las multas que sustituyan a las cárceles.
Estos inconvenientes me hacen
pensar que la idea es impracticable, pero... díganme la verdad..., ¿no hay algo en esto que les suena a
conocido?

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