Familiares de un hombre de 64 años, que pesa 415 kilos y es considerado una de las personas más obesas del mundo, lanzaron ayer un desesperado pedido para ayudarlo a mejorar su estado de salud que lo mantiene casi inmovilizado en una cama. El pedido de la familia de Ramón Oscar D’Angelo llegó luego de que varios hospitales se negaran a internarlo con el argumento de no contar con camas adecuadas y que los servicios de ambulancia rechazaran, por la misma razón, hacerse cargo de su traslado. El sábado pasado, el hombre sufrió una descompensación tras caerse en el baño y cuando su familia quiso internarlo se volvió a encontrar con esta negativa generalizada. D’Angelo, quien en 1976 era empleado estatal y estuvo desaparecido, hoy vive casi postrado en una cama sostenida por ladrillos. Tiene úlceras en las piernas y sufre insuficiencia cardíaca y respiratoria. Ayer, su familia reclamó “ayuda de forma urgente” y recibió una respuesta de la clínica de Alberto Cormillot, que prometió hacerse cargo de su tratamiento.
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