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Domingo, 21 de septiembre de 2008
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Desafios y potencialidad de la industria textil

Mucha tela para cortar

Preocupados por la importaci贸n china, empresarios del sector sostienen que con un tipo de cambio competitivo seguir铆an invirtiendo.

Por Nicolas Scolnic
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En 1973 Argentina decidi贸 no adherir al Acuerdo Multifibras que establec铆a cupos de exportaciones desde los pa铆ses industrializados. Esa posici贸n afect贸 a la industria textil. En ese entonces, el gran tama帽o del mercado nacional en relaci贸n con el resto de los pa铆ses de la regi贸n preve铆a que Argentina pudiera marcar su propio rumbo, fuera de un acuerdo regional. Pero luego vino un largo per铆odo de pol铆ticas de desindustrializaci贸n a partir de la gesti贸n de Alfredo Mart铆nez de Hoz y el sector textil termin贸 hundido.

Reci茅n con la salida de la convertibilidad, la actividad textil empez贸 a recuperarse. Entre mayo de 2002 y diciembre del 2003 creci贸 67 por ciento, la capacidad instalada pas贸 del 40 al 65 por ciento y se crearon 72.000 empleos. Fue el primer paso para reconquistar los 375.000 puestos de trabajo perdidos entre 1994 y 2004. En 鈥淪铆ntesis del desempe帽o de la cadena de valor de la agroindustria textil y de indumentaria (2002-2007)鈥, elaborado por la Fundaci贸n Pro Tejer, se indica que entre 2004 y 2007 continu贸 la expansi贸n pero a un ritmo m谩s moderado. En este per铆odo el sector creci贸 un 21 por ciento con un uso de la capacidad instalada estabilizada en cerca del 80 por ciento. A la vez hubo un aumento del 22 por ciento en las exportaciones alcanzando los 187 millones de d贸lares, mientras que las importaciones se incrementaron en un 17 por ciento situ谩ndose en los 329 millones de d贸lares. Ese d茅ficit en la balanza comercial sectorial gener贸 un desaceleraci贸n del crecimiento. Entre el 2002 y el 2007 las importaciones aumentaron 36 por ciento, mientras la oferta interna aument贸 17: s贸lo el 40 por ciento del mercado dom茅stico es abastecido por la industria nacional.

Emilio Colombo explic贸 en el informe 鈥淟a industria textil y el desarrollo鈥, de la Federaci贸n Industrial Textil Argentina, que en el primer semestre del 煤ltimo a帽o se logr贸 superar en un 20 por ciento la producci贸n de los primeros seis meses de 1997, pico de producci贸n de la d茅cada pasada. En los 煤ltimos cuatro a帽os China aument贸 sus exportaciones a la Argentina en un 936 por ciento. 鈥淓sto representa una amenaza para la industria nacional y constituye una competencia que disciplina a los empresarios locales, quienes se presentan cada vez m谩s prudentes para invertir鈥, indica Mariano Kestelboim, economista de la Fundaci贸n Pro Tejer.

El empleo directo generado por el sector es de 466 mil puestos de trabajo, lejos todav铆a de los 568 mil de 1993 pero superando ampliamente a los 233 mil del 2002. El diferencial entre el 100 por ciento del aumento de puestos trabajo y el 119 por ciento de incremento en la actividad se explica por el crecimiento de la productividad, reflejando de todos modos una elasticidad actividad-empleo muy alta. Respecto de las inversiones, el sector acumula 3177 millones de pesos en el per铆odo 2002-2007: las maquinarias provienen fundamentalmente de Italia (20 por ciento), Alemania (16) y China (15).

El 1o de enero del 2005 caduc贸 el acuerdo de Textiles y Vestimenta, que liber贸 por completo el comercio internacional, dejando a los pa铆ses menos protegidos al acecho de los gigantes asi谩ticos: China, India y Pakist谩n. Los costos de producci贸n de esas econom铆as son muy inferiores a los del resto de las naciones productoras, en especial por los muy bajos salarios.

Seg煤n los empresarios del sector su actividad afronta desaf铆os por la disminuci贸n de la rentabilidad, la competencia de productos asi谩ticos, aumentos de salarios y escasez de personal calificado. 鈥淗ay un problema en el sector muy claro: debemos subir los precios por el aumento generalizado en los costos, pero a su vez hay que bajarlos para frenar las importaciones de China鈥, se帽ala Kestelboim. A ese panorama hay que sumarle la falta de acceso al cr茅dito, indic贸. De todos modos, los empresarios se muestran optimistas sobre los niveles de inversi贸n, producci贸n y empleo si se contin煤a con la actual pol铆tica macroecon贸mica de tipo de cambio competitivo y con la pol铆tica comercial externa que combata la competencia desleal.

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