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Empresarios del sector inmobiliario consideran que la actividad se encuentra en una fase de crisis. Los due帽os de inmobiliarias aseguran que el mercado es capaz de autorregularse, sin recordar la reciente experiencia traum谩tica que se inici贸 en ese segmento en los Estados Unidos y que luego se traslad贸 a varios pa铆ses de Europa. Tampoco toman en cuenta las condiciones que crea el Estado para el desarrollo de los negocios. Por el contrario, los empresarios de este segmento que invierten en nuevas obras aseguran que la actividad no fue impactada negativamente por mayores controles oficiales a la compra de d贸lares. La mejora en esta actividad fue posible gracias un crecimiento econ贸mico importante, una recuperaci贸n sostenida de los salarios, el empleo y la formalidad.
鈥淓l Estado no se tiene que meter en este mercado; la oferta y la demanda siempre van encontrando mecanismos para equilibrarse. Pero ahora, t茅cnicamente, no hay salida鈥, se帽al贸 Andr茅s Sicouly, socio de ProQuattro y ex gerente de Cr茅dito Hipotecario del Banco Galicia, durante una conferencia de prensa organizada por la principales firmas del sector para analizar la situaci贸n actual. Los empresarios se quejan por el endurecimiento en los controles para la adquisici贸n de moneda extranjera, operaciones que la AFIP valida con cuentagotas desde principio de mayo. Aseguran que es posible pesificar la actividad, pero insisten en que no debe hacerse de la forma en que lo encar贸 el Gobierno.
La falta de informaci贸n y la dureza en los t茅rminos con que se aplicaron los controles a la compra de divisas est谩 complicando, v铆a expectativas, las operaciones inmobiliarias, pero es innegable el rol del Estado como facilitador del acceso a la vivienda a los sectores con bajos recursos, los cuales no participar铆an de otra manera en esa actividad. Tambi茅n es clave a la hora de salvar las fallas del mercado.
En la Argentina se exhiben precios 鈥渋nflados鈥 en ventas y alquileres, una situaci贸n que queda reflejada por el hecho de que los valores por metro cuadrado en las zonas m谩s caras de la Capital sean comparados con lo que se pide en las principales ciudades del mundo. Este es un segmento que por su caracter铆stica de refugio de valor opera adem谩s con notables falencias al equipararse la demanda y la oferta. El d茅ficit habitacional no se condice con los irrisorios precios que se piden hoy en la plaza inmobiliaria. Para equilibrar esto, el Estado puede subvencionar la diferencia entre lo que est谩 dispuesto a pagar el comprador y el precio que desea el vendedor, por ejemplo otorgando pr茅stamos a tasa diferencial. Adem谩s, el Estado participa de este mercado generando demanda con obra p煤blica.
La actividad inmobiliaria residencial es crucial para el desarrollo econ贸mico, debido a que impulsa a otras ramas de manera directa o indirecta. Esos numerosos desfasajes productivos que se presentan desde que se inician las obras hasta que se terminan impiden un ajuste inmediato de los precios en este mercado. Y porque en todos los eslabones hay presencia del Estado. Esto queda en evidencia en la estrecha correlaci贸n que existe entre el desempe帽o de la actividad econ贸mica del pa铆s y el de este sector. La compra de una vivienda comenz贸 a ser una demanda cada vez m谩s extendida a medida que las necesidades b谩sicas fueron satisfechas. La mejora en los ingresos de los asalariados es uno de los principales factores que llevan a convertir la demanda potencial en demanda efectiva. En igual sentido, la pesificaci贸n de este mercado tambi茅n colaborar铆a en acercar a la compra de su primera vivienda a m谩s familias, aumentando adem谩s el negocio de las inmobiliarias.
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