Imprimir|Regresar a la nota
Domingo, 24 de septiembre de 2006
logo cash
contado

Duros como the wall

Por Marcelo Zlotogwiazda
/fotos/cash/20060924/notas_c/contado.jpg

Si el criterio de calificaci贸n es el que utilizan el Fondo Monetario Internacional y medios como The Wall Street Journal, N茅stor Kirchner tiene raz贸n en definirse como heterodoxo. Desde su intrascendente asamblea en Singapur, el organismo que dirige Rodrigo Rato volvi贸 a cuestionar algunos elementos de la pol铆tica econ贸mica, aunque reconoci贸 los logros macro obtenidos hasta ahora. Lo del diario neoyorquino fue directamente un dislate. Enojado con las autoridades de la m铆tica Bolsa de esa ciudad por invitar al Presidente argentino a dar el campanazo inaugural de la sesi贸n del mi茅rcoles pasado, el editorialista que apod贸 a Kirchner como el se帽or 鈥渁ntimercado鈥 y fundament贸 esa etiqueta en la existencia de un clima adverso a los negocios que 鈥渁grede la supremac铆a del Derecho鈥, en que hay controles de precios, en un proceso de reestatizaci贸n del aparato productivo, y en base a que hubo una quita 鈥渇orzosa鈥 a los acreedores privados. El extremismo ideol贸gico los lleva incluso a tergiversar datos acerca de lo que est谩 sucediendo con la tasa de inversi贸n, sobredimensionando las carencias y minimizando las mejoras. Frente a lo que subyace en semejante fanatismo, Kirchner tiene espacio para el contraste f谩cil. Le alcanza con que su mujer y senadora afirme con argumentos vulgares que el capitalismo es mejor que el comunismo, y con presentarse junto a ella en la tradicional y simb贸lica ceremonia del campanazo.

Claro que si los par谩metros de clasificaci贸n son m谩s objetivos que viscerales, cuesta bastante encasillar a la pol铆tica econ贸mica de heterodoxa. Comenzando por la variable m谩s sensible para aquellos de los que el Presidente gusta desmarcarse por ortodoxos: quiso la casualidad que todo lo anterior sucediera el mismo d铆a en que el Ministerio de Econom铆a diera a conocer que el super谩vit primario de los primeros ocho meses del a帽o orill贸 los 17 mil millones de pesos, lo que representa un 10,6 por ciento m谩s que en igual per铆odo del a帽o anterior, un 20 por ciento m谩s de lo presupuestado para los primeros ocho meses, y un 86 por ciento de lo previsto para todo el a帽o. La prudencia (para algunos excesiva) que de por s铆 demuestran esos resultados se potencia por el hecho de que el excedente fiscal se logra en un contexto en el que el gasto en capital est谩 subiendo a un ritmo que m谩s que duplica el gasto corriente. En otras palabras, los mayores recursos disponibles como consecuencia del crecimiento se destinan en proporci贸n creciente a ampliar la capacidad productiva.

En cuanto a la pol铆tica de ingresos, es innegable que hay tarifas congeladas, presi贸n pol铆tica para desalentar y postergar remarcaciones, e inocultables esfuerzos para encauzar la negociaci贸n salarial. Pero a menos que se crea ingenuamente en la conveniencia de dejar precios y salarios absolutamente librados al juego de la oferta y la demanda, lo que sucede al respecto puede ser catalogado a lo sumo de moderado intervencionismo. En materia cambiaria conviven la libertad de compra y venta con una fuerte presencia del Banco Central acumulando reservas para evitar que la paridad caiga en valores nominales. Debatir si eso merece la etiqueta ortodoxa o heterodoxa es tan conducente como discutir el sexo de los 谩ngeles.

Tampoco tiene asidero el mote de 鈥渁ntimercado鈥 por una supuesta injerencia estatal en la actividad productiva. A menos que se crea que Luis D鈥橢l铆a con sus expropiaciones es algo m谩s que un pe贸n de choque, las 煤nicas estatizaciones relevantes fueron las del Correo Argentino y las de Aguas Argentinas, que en ambos casos ten铆an sobrados justificativos por sus incumplimientos.

Pero, m谩s que por sus acciones, el promercadismo del Gobierno se revela en sus omisiones. Dejando de lado las retenciones, que bien podr铆an ser cuestionadas por demasiado leves, no ha habido ning煤n cambio impositivo que afecte a la libre-empresa. Lo mismo puede decirse del sistema previsional, donde las AFJP siguen movi茅ndose a gusto y sin amenaza en el horizonte. Y para seguir con el sector financiero: 驴acaso hay alg煤n banquero que comparta la visi贸n de The Wall Street Journal?

Alguien podr铆a apuntar que la prohibici贸n de exportar carne fue una clara medida re帽ida con una econom铆a de mercado. Pero, a menos que se tenga una fe ciega e infantil en la libertad absoluta de oferta y demanda, lo cuestionable no fue la intervenci贸n en s铆 misma sino el modo torpe en que se la ejecut贸.

Tan necio como el editorial del diario estadounidense ser铆a catalogar a Kirchner de ortodoxo. Est谩 por ah铆 en el medio, si la ubicaci贸n interesa. Y si lo que importa son los resultados, hasta ahora han sido muy buenos en t茅rminos de crecimiento, aunque bastante menos satisfactorios en cuanto a su reparto.

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.