El desarrollo no debe ser impuesto desde arriba, sino que debe venir de la base.
La economÃa está para servir a las personas, y no las personas para servir a la economÃa.
El modelo de la economÃa tradicional se refiere a un único personaje abstracto al que se le atribuye plena racionalidad: el homo economicus.
La base de todo el desarrollo a escala humana es la satisfacción de las nueve necesidades fundamentales: subsistencia, protección, afecto, participación, entendimiento, ocio, creación, identidad y libertad.
El crecimiento no es lo mismo que el desarrollo, y el desarrollo no precisa necesariamente del crecimiento.
Ninguna economÃa es posible al margen de los servicios que prestan los ecosistemas. La economÃa es un subsistema de un sistema que es mayor y finito, que es la biosfera, y por lo tanto el crecimiento infinito es imposible.