El m煤sico escoc茅s David Byrne lleg贸 a Buenos Aires entusiasmado por el reencuentro con una ciudad que, como Rosario, le resulta acogedora, y por lo que significaba presentar su libro Diarios de bicicleta y reencontrarse con amigos y seguidores. Pero dej贸 la ciudad confundido, con m谩s de una zona gris alrededor de su presencia, el jueves, en la Ciudad Cultural Konex. Seg煤n averigu贸 P谩gina/12 entre personas del entorno del ex Talking Heads durante su reciente visita, 茅l lleg贸 dispuesto a firmar ejemplares del libro, disertar sobre lo importante que una planificaci贸n urbana sea integradora y est茅 basada en la convivencia; y hasta con voluntad de responder las preguntas de su p煤blico. Poco de eso pas贸.
Byrne estaba al tanto de las ciclov铆as y del convite del Gobierno de la Ciudad para probarlas, horas antes de la charla. De ese encuentro surgi贸 el paseo en bicicletas amarillas y las fotos que ilustraron los diarios de ayer, tambi茅n su reuni贸n con el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, en la plaza Vicente L贸pez. Pero hasta que comenz贸 la conferencia crey贸 que se tratar铆a de una experiencia para ocuparse de aquellos intereses suyos y una oportunidad para compartir con su p煤blico y otros ciclo-amantes. La charla, sin embargo, dur贸 hora y media y Byrne habl贸 quince minutos, apurado y atosigado por presentaciones de diapositivas tan institucionales como la decoraci贸n; e injustamente relegado (hasta en el modo de presentarlo), cuando era precisamente el eje convocante del acto. El tiempo que le fue quitado para hablar tambi茅n le quit贸 a sus fans esos otros placeres.
Byrne fue, aseguran las fuentes, presa inconsciente de un acto que casi nada tuvo que ver con su intenci贸n. En su alocuci贸n, que P谩gina/12 sigui贸 desde el p煤blico, se refiri贸 a la necesidad de cambiar las ideas de orden o caos en lo urbano y critic贸 las ciudades donde la convivencia y la comunicaci贸n no son comunes, justo antes de ser apurado para redondear por la moderadora de la charla. Entonces fue el turno del subsecretario de Transporte porte帽o, Guillermo Dietrich, que comenz贸 citando 鈥渁 Mauricio鈥 y se gan贸 un justiciero 鈥渧inimos a escuchar a David鈥 de parte del p煤blico, ante la mirada at贸nita de Byrne. 鈥淒avid se fue muy confundido por c贸mo se dieron las cosas. El esperaba otras. S茅 positivamente que 茅l no sab铆a qui茅n era Macri ni que iba a ser un acto proselitista e institucional. El s贸lo quer铆a hablar de urbanismo y firmar unos libros, charlar con la gente. Cenamos con 茅l, pregunt贸 por qu茅 hubo l铆o (ese abucheo 鈥榓 Mauricio鈥 y las preguntas picantes que incomodaron a Dietrich) y se interes贸 en saber qu茅 opinaban los artistas de Macri y c贸mo eran sus pol铆ticas culturales. Su gesto cambi贸 cuando se enter贸 realmente c贸mo son las cosas. David es un hombre progresista y no estaba al tanto de con qui茅nes estaba鈥, confi贸 a P谩gina/12 Amelia Lafferriere, su ex agente de prensa, hoy simplemente amiga.
鈥淚nclusive pregunt贸 si Macri era opositor o cercano a la Presidenta, realmente no sab铆a de qu茅 se trataba鈥, insisti贸 la fuente. Por cierto, en Diarios de bicicleta figura la fotograf铆a que Byrne se tom贸 con Cristina Fern谩ndez en la casa de Mercedes Sosa. Y as铆 cen贸 Byrne, preguntando lo que nadie le explic贸 antes. Y as铆 se quedaron sin preguntas los que fueron a verlo: las 煤nicas cuatro fueron manejadas por la moderadora. Una de ellas fue la ins贸lita: 鈥溌緾贸mo hago con la transpiraci贸n si voy en bicicleta a una reuni贸n importante?鈥. Otra apunt贸 a c贸mo hab铆a visto Byrne a Buenos Aires en esta nueva visita: 鈥淪贸lo estuve dos d铆as, no podr铆a decirlo鈥, fue la respuesta del escoc茅s, que luego confiar铆a que respondi贸 eso porque fue entonces que se dio cuenta de que 鈥渁lgo raro pasaba鈥.
Sin haber podido entrar en contacto con aquellas personas m谩s afines a 茅l y sus intereses, que estuvieron presentes en el encuentro, y con unas cuantas zonas grises sobre su estancia en Buenos Aires. As铆 se fue David Byrne, m谩s bicicleteado que en bicicleta.
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