Tal vez venga una era de bailarinas y cantores de esquina; de barrios repletos de rock, cumbia y folklore; de ciclos de cine en clubes que todav铆a hay que fundar. El programa Puntos de Cultura comenz贸 a implementarse esta semana, con dos millones de pesos destinados a organizaciones sociales y comunidades ind铆genas que promuevan la inclusi贸n, la participaci贸n y el desarrollo regional desde el arte a lo largo y ancho del pa铆s. 鈥淓sto sintetiza las intenciones que tenemos para el futuro鈥, se enorgullece el titular de la Secretar铆a de Cultura, Jorge Coscia. La medida se inscribe en el conjunto de discusiones que el funcionario propone en su libro La encrucijada del Bicentenario (Ed. Pe帽a Lillo-Continente). 鈥淟a cultura 鈥揳firma en esas p谩ginas鈥 es el 煤nico producto que una comunidad no puede importar. Como pueblo podemos consumir lo que otros generan, pero debemos ser, en una proporci贸n adecuada, protagonistas y productores de lo nuestro.鈥
Basados en el modelo que present贸 en 2004 el entonces ministro de Cultura de Brasil, Gilberto Gil, los 鈥減untos鈥 鈥搎ue en la naci贸n hermana ya se cuentan por miles鈥 son experiencias comunitarias preexistentes, que reciben 鈥渦na subvenci贸n estatal, capacitaci贸n y un equipo multimedia鈥 a trav茅s de convocatorias abiertas. Ahora el sost茅n se aplicar谩 por estos pagos, con la esperanza de poner a circular la sangre creativa de todo el continente. Y hay billetes. Se ayudar谩 a aquellos equipos 鈥渙rientados a la reconstrucci贸n del tejido social, que recreen la identidad a partir del reconocimiento de las propias capacidades鈥. Alejandra Blanco, jefa de Gabinete de la Secretar铆a de Cultura, detalla que se otorgar谩n subsidios en diferentes categor铆as (ver aparte). 鈥淣os top谩bamos con el inconveniente de llegar a las zonas m谩s postergadas鈥, explica. 鈥淢uchas veces ah铆 no ten茅s organizaciones sociales con personer铆a jur铆dica. Entonces hubo que redise帽ar las pol铆ticas para involucrar a esos sujetos sociales.鈥
驴Sujetos como qui茅nes? Entre los ejemplos que los responsables del programa suelen mencionar est谩 Julio Zarza, que aunque no ten铆a 鈥減apeles鈥 hab铆a montado una sala de cine vecinal en la Villa 21, adem谩s de codirigir el peri贸dico Mundo Villa. A partir de este mes quienes est茅n en su misma situaci贸n podr谩n acceder a colaboraciones que 鈥搒i bien no son millonarias鈥 sirven como empuj贸n. No es poco: en Latinoam茅rica hay ciudades que acreditan el cambio rotundo que acarrea la promoci贸n de la cultura en los barrios. La tr谩gica Medell铆n, de hecho, consigui贸 quitarle protagonismo a la muerte mediante una pol铆tica de talleres, bibliotecas y centros de apoyo escolar. Aqu铆 tambi茅n es posible. Porque ser un 鈥減unto de cultura鈥 no s贸lo incluye el reconocimiento estatal de las acciones que una organizaci贸n haga. Implica capacitaciones continuas a trav茅s de un acuerdo con el Consejo Interuniversitario Nacional, que se sumar谩 a trav茅s de una convocatoria para voluntarios. As铆, las sedes propondr谩n actividades en funci贸n de sus inquietudes; desde un elenco teatral a una imprenta y desde un estudio de fot贸grafos hasta una crew de hip hop. 鈥淪i hay un artesano en la Puna juje帽a que da clases de una t茅cnica de cester铆a tradicional que est谩 por perderse, vamos a ir a apoyarlo para rescatar sus saberes鈥, ilustra Blanco.
El plan reconoce la autonom铆a de los grupos y aspira a que levanten vuelo propio a partir de la gesti贸n compartida con los vecinos. En las nuevas condiciones, la organizaci贸n 鈥渟in papeles鈥 puede elegir a una persona f铆sica como garante. 鈥淟o ideal 鈥揹esarrolla Blanco鈥 es que una vez que reciban los fondos puedan seguir creciendo y conocer los procedimientos administrativos.鈥 Para estimular el intercambio, una plataforma web mostrar谩 contenidos y noticias. Romper el binarismo entre arte estatal y arte comercial 鈥搈etiendo una tercera variable, la comunitaria鈥 es otra de las metas.
鈥淪in disparar al aire/ sin tirar misiles/ sin tener que matar gente usando proyectiles/ la guerra la peleamos/ sin usar fusiles/ de bloque en bloque/ como los alba帽iles鈥, repiquetea Calle 13 en su canci贸n 鈥淓l hormiguero鈥. Los Puntos de Cultura empalman con esos modos de construcci贸n del siglo XXI: colectivos que 鈥搒in ignorar antagonismos de clase鈥 optan por aprovechar el poder de las redes con estructuras descentradas e inclusivas. Seg煤n observa el coordinador Diego Benhabib, el entramado contempla el fortalecimiento de organizaciones intermedias que sirvan como eslab贸n entre el Estado y las bases. En Brasil se les llama 鈥減ontones鈥. Son puntos de cultura gigantes, similares a los 鈥淐entros de Producci贸n Cultural鈥 que se est谩n erigiendo en este mismo momento en Quilmes, Ituzaing贸, Florencio Varela, San Fernando, Avellaneda y la Villa 21 de Barracas. En las provincias se espera tener un efecto no menos contundente. Los informes del Sistema de Informaci贸n Cultural de la Argentina (SInCA) destacan que en aquellos municipios que atraviesan una situaci贸n socioecon贸mica m谩s c贸moda, la cultura 鈥渓ogra disputar un lugar significativo, en t茅rminos presupuestarios, dentro de la administraci贸n p煤blica鈥; mientras que all铆 donde la pobreza es mayor, los gobiernos tienden a priorizar otras preocupaciones. A ese escenario desequilibrado llegan los puntos, en la intenci贸n de alterar el paisaje de las localidades que lo necesiten.
En el lanzamiento 鈥揳l que asistieron el presidente del Consejo Federal de Cultura, Freddy Jara, y el director y creador del Grupo Catalinas Sur, Adhemar Bianchi, entre otros referentes鈥, Coscia record贸 que al asumir en la Secretar铆a la entrega de fondos a las organizaciones era potestad exclusiva de las autoridades del Ejecutivo. 鈥淐on esto estamos dando pasos para dejar de hacer 鈥榩ol铆ticas jesu铆ticas鈥. Me refiero a esas perspectivas centralistas que persist铆an incluso cuando se quer铆a llegar a las zonas m谩s alejadas. Nosotros tenemos la voluntad pol铆tica de aprender de lo que tengan para ense帽arnos los dem谩s, sin imponer nada鈥, remarc贸. Para el representante, 鈥渓os Puntos parten de la premisa de interpretar a la cultura como un derecho humano universal鈥.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.