Si bien es cierto que el hip hop hispano supo darle car谩cter a su propuesta asimilando los componentes culturales de su entorno, y su m茅trica, parafraseando al cantautor mexicano Jaime L贸pez, autor de la conocida 鈥淐hilanga banda鈥 popularizada por Caf茅 Tacuba, cambi贸 la prosa en Am茅rica latina, no todos sus part铆cipes logaron correrse del estereotipo medi谩tico impuesto desde Norteam茅rica. Pero la rapera andaluza Mar铆a Rodr铆guez no s贸lo se zaf贸 de las etiquetas, sino que estableci贸 una propia que tiene m谩s que ver con la pose combativa de la canci贸n latina que con la mujer desenga帽ada descrita en el sumario de la idiosincrasia caribe帽a o con la misoginia expl铆cita de las int茅rpretes afroamericanas. Ser谩 por eso que la bautizaron Mala, y habr谩 sido por su fama de mujer bribona que logr贸 convocar en su debut en la Argentina, el s谩bado en The Roxy Club, a una horda 谩vida por saber c贸mo hizo para poner a toda la escena espa帽ola a sus pies y por escuchar los hits de sus 谩lbumes Lujo ib茅rico y Alevos铆a y el contenido de Malamarismo, su m谩s reciente producci贸n, el 煤nico editado en el pa铆s.
Pese a la poca promoci贸n del show, Mala Rodr铆guez atrajo un importante y variopinto s茅quito de audiencia, que incluy贸 a la tribu hip hopera local, aut茅nticas representantes del poder femenino, compatriotas espa帽oles y una pila de curiosos que nada ten铆an que ver con la fauna de esa noche. Mientras fuera del lugar los patovicas maltrataban con su t铆pica beligerancia a un p煤blico que adem谩s era v铆ctima de los imposibles costos de un recital en la Argentina, los nacionales MC Emanero 鈥搈ilitante de la escena hip hop desde hace varios a帽os鈥 y la cantante de R&B Angie 鈥揷on un concepto de duplicado鈥, tras la cancelaci贸n del acto de Dante Spinetta (si bien se baj贸 del cartel porque le recortaron el cach茅 de sus m煤sicos, igual se le pudo ver entre la gente), alimentaron la previa. Poco despu茅s de las nueve y media subi贸 al escenario el ingl茅s DJ Woody, el hombre de las bandejas en la banda que acompa帽a a la Mala. Mostrando a trav茅s de un larga e innecesaria intro sus habilidades en el arte de la mezcla y el scratching, desde el vamos comenz贸 a ponerle entusiasmo a una velada caracterizada por un calor sofocante.
Unos quince minutos m谩s tarde, el disc jockey solt贸 las bases de 鈥淭engo un trato鈥, lo que llam贸 al escenario al resto del grupo 鈥揺l formato encarado para esta gira sudamericana const贸 de dos MCs, un par de coristas y una VJ鈥 y finalmente a Mala Rodr铆guez. Sin posibilidades para el respiro, la MC espa帽ola arremeti贸 luego con 鈥淭e convierto鈥, su hit 鈥淟a cocinera鈥 鈥揷ombinado con el magn铆fico 鈥淟a ni帽a鈥濃 y, tras un brev铆simo 鈥淗ola, hola鈥, mantuvo la retah铆la con 鈥淓n mi ciudad hace cal贸鈥 y 鈥淰olver茅鈥. El concierto apenas debutaba y el fervor del p煤blico era abrumador. Los MC鈥檚 Kultama y Mahoma (su marido) sacaron provecho de la euforia para interactuar con la gente y convertir los espacios en los que la Mala sal铆a para tomar un respiro en situaciones funcionales. Despu茅s de soltar las pistas de un flamenco funk, la rapera jerezana regres贸 al tablado con 鈥淟a loca鈥, un corte con el que demostr贸 su dominio de la escena: actuando, coqueteando, peleando, sufriendo y saboreando el dulce sabor de lo amargo. Vestida de bailarina cl谩sica o de novia, seg煤n el cristal con el que se mirara, Rodr铆guez, sin mucho esfuerzo ni tantas elocuencias, pudo agitar a la masa a lo largo del recital.
Incluso, logr贸 que la sala completa se agachara y hasta lleg贸 a negociar con un par de personajes que se resist铆an a hacerlo. M谩s tarde, tras disparar 鈥淢enos t煤鈥, 鈥淓nfermo鈥 y el vehemente 鈥淭iempo pa鈥 pens谩鈥, invit贸 a que todos se abrazaran 鈥揳l mismo tiempo que ella lo hac铆a con su grupo鈥 para anunciar el precioso G-funk 鈥淢emorias del futuro鈥. Esto trascend铆a los convencionalismos de una performance de hip hop: quiz谩 por eso se torn贸 en un show tanto familiar como fabuloso. Una estupenda an茅cdota de una hora y media en un pa铆s donde desafortunadamente esta expresi贸n art铆stica no es cultura. La Mala de antemano lo sab铆a, por eso la emotividad se hizo rec铆proca al asegurar: 鈥淢e gusta mucho esto, la estoy pasando s煤per bien鈥. El p煤blico le devolvi贸 el detalle con un 鈥溌l茅, ol茅, Mala, Mala!鈥. Otra m谩s de Malamarismo, su 茅xito 鈥淣anai鈥, revent贸 el Roxy Club. Lo que inicialmente comenz贸 como una de esas noches de p谩lpito improvisado se hab铆a convertido en una c谩tedra de hip hop latino. Sin tanta parafernalia, Rodr铆guez y su estupenda banda 鈥揷ap铆tulo aparte se merece la actuaci贸n de la VJ b煤lgara Marieta Petchanska, desde su rol de disparadora de im谩genes sobre el sonido鈥 se apuraron para el bis, que cerr贸 con 鈥淭engo lo que t煤 quieres鈥. Y el p煤blico estuvo de acuerdo.
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