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Domingo, 12 de abril de 2015
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EN MAR DEL PLATA SE REALIZA LA CUARTA EDICION DEL FILBA NACIONAL

Festival fuera de temporada

Talleres, charlas, encuentros de capacitaci贸n y hasta una actividad denominada Lecturas + tarot. Necrol贸gicas. La oferta cultural es m煤ltiple en una ciudad que tiene una escena propia y que recibe, desde el jueves hasta hoy, a autores de todo el pa铆s.

Por Soledad Vallejos
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Cozarinsky ofreci贸 una suerte de declaraci贸n de amor al lector, apenas disfrazada de conferencia inaugural.

Desde Mar del Plata

Las olas rompen en la playa y sobre el lobo de mar dorado, descomunal, rebota el sol como si fuera verano. En algunos puntos de la ciudad importa muy poco. En un segundo piso, Mar铆a Moreno hila detalles de la cr贸nica ante una veintena de talleristas; en un s贸tano iluminad铆simo, el cuentista Federico Falco coordina la primera de las tres jornadas intensas de su taller de cuentos, con 16 personas llegadas ah铆 despu茅s de un proceso de selecci贸n. A pocos metros, en el auditorio del Museo MAR, 200, 300 docentes llevan como dos horas de arrobamiento y van por m谩s, en una jornada de capacitaci贸n con autores. Miguel Vitagliano, autor y docente, les dice: 鈥淣o podemos vivir sin la literatura, y pienso que la literatura puede ofrecerle a la escuela cosas que necesita鈥. Un murmullo de aprobaci贸n recorre el lugar. En unas horas, en el mismo auditorio, autores en actividad de todo el pa铆s invocar谩n otras voces, como las de Juan Bautista Alberdi, Marianne Moore, Witold Gombrowicz, C茅sar Fern谩ndez Moreno. Sonar谩 algo de m煤sica, habr谩 aplausos; tambi茅n la voz firme de Edgardo Cozarinsky en una declaraci贸n de amor al lector apenas disfrazada de conferencia inaugural. Desde sus primeras horas, la cuarta edici贸n del festival de literatura Filba Nacional 鈥揻ilba.org.ar, que esta vez lleg贸 a la ciudad de la rambla y los alfajores鈥 se convirti贸 en campo f茅rtil para que se volvieran visibles los p煤blicos que dicen que s铆, definitivamente la literatura es muchas cosas a la vez, y que como si eso no fuera suficiente, est谩 viv铆sima.

Las diferencias de escala entre Mar del Plata y Azul, donde se realiz贸 el Filba Nacional del a帽o pasado, saltan a la vista, por la ciudad, por la cantidad de habitantes, por la oferta cultural de una gran ciudad que, necesariamente, tiene su vida propia todo el a帽o, y en este caso particular con la ebullici贸n de una escena, oficial y no, que produce con voracidad. Gabriela Adamo, directora de la Fundaci贸n Filba y conocida por su gesti贸n al frente de la Feria del Libro de Buenos Aires, se帽ala que Mar del Plata generaba inquietudes diferentes que la llegada a Azul. 鈥淭en铆a temor, dec铆a 鈥榩ucha, nos vamos a una ciudad grande y no va a pasar lo mismo鈥欌, cuenta. La experiencia no le dio la raz贸n. 鈥淥bviamente, ac谩, donde vive m谩s gente que en Azul, en proporci贸n queda m谩s gente que no lo hace, pero s铆 hay apropiaci贸n del festival por parte de la gente del lugar. No s贸lo el Filba fue tapa del diario local m谩s grande, sino que adem谩s todos los circuitos marplatenses que de alguna manera est谩n vinculados con la literatura se sumaron y participaron.鈥 Adamo enumera: 鈥淓l Museo MAR (N. de R.: una de las sedes donde se realizan actividades, desde talleres hasta lecturas, conferencias, entrevistas), la Universidad Nacional de Mar del Plata, con la Facultad de Letras, que no se sumaron de modo institucional, pero s铆 lo hicieron desde el primer viaje que hicimos, cuando contactamos a una investigadora y profesora, Ana Porr煤a. La facultad convoca al Filba. Son cosas no formales ni institucionales, pero claramente forman parte. Ayer, de hecho, la vicedecana vino a algunas actividades y nos quedamos charlando en un pasillo, viendo qu茅 cosas se pod铆an hacer de ac谩 en adelante鈥.

La ciudad tiene, tambi茅n, una escena propia, que anima veladas y actividades, como el Residencial Mundo Dios, una suerte de laboratorio art铆stico y social que fue anfitri贸n de una de las citas m谩s curiosas del festival. El programa anunciaba Lecturas + tarot. Necrol贸gicas; daba cita en esa gran casa de la zona del puerto, en cuyos bajos supo funcionar el cabaret regenteado por Pepita la Pistolera, a quien uno de los autores (el marplatense Sebasti谩n Chilano) dedic贸 la necro a leer. (Los dem谩s personajes elegidos y homenajeados tambi茅n supieron tener relaciones 铆ntimas con la ciudad: Alberto Olmedo, por F茅lix Bruzzone, Alicia Mu帽iz, por Iosi Havilio, Alfonsina Storni, por Mar铆a Moreno.) La intriga, para locales y forasteros llegados para la ocasi贸n, era lo que pod铆a deparar la participaci贸n de la poeta y tarotista cordobesa 鈥搚 disc铆pula de Jodorowski鈥 Cuqui, cuyo cuaderno con tapa bordada en canutillos celestes por ella misma corre serio destino de leyenda urbana.

Las actividades paralelas que, por ahora, se desarrollan un poco en segundo plano, un poco en secreto, van a revelar sus frutos hoy, al cierre, con la lectura de la bit谩cora. Para ella, unos cuantos de los llegados hasta la costa tuvieron (y tienen) tarea. Puede ser tan sacrificada como dar cuenta de una visita a la Casa del Puente (Cuqui y Rafael Cippollini), repasar el viaje en tren desde Constituci贸n hasta Mar del Plata (Mar铆a Sonia Cristtoff y el marplatense afincado en Buenos Aires Juan Carr谩) o volver texto la recorrida por la f谩brica de alfajores Havanna, una actividad que, como pudo comprobar este diario al acompa帽ar a los escritores Juan Becerra y Luciana Caama帽o en su tarea, exige m谩s disciplina de lo que parece, empezando por la obligaci贸n de despojarse de todo elemento terrenal y aceptar el desdibujamiento de la figura humana bajo delantal, cofia, barbijo.

Al filo de la noche, antes del comienzo de las necrol贸gicas marplatenses y el tarot, tambi茅n empezaba otra cuenta regresiva: la del Filbita, la edici贸n para ni帽os y j贸venes que, por primera vez en la historia del festival, se realiza al mismo tiempo que el Filba. Las actividades 鈥搕odas en el Museo MAR, el programa est谩 en la web del festival鈥 van de talleres de arte y poes铆a a encuentros con autores (F茅lix Bruzzone hoy, In茅s Garland ma帽ana), a quienes los peque帽os lectores pueden preguntar sin mediaci贸n adulta todo cuanto se les ocurra. No debe ser casualidad todo parecido con lo que dijo Cozarinsky en la conferencia inaugural: 鈥淣adie elige escribir si antes no ha le铆do鈥.

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