Esta mujer va a cumplir 40 a帽os en noviembre. Se sienta en los jardines del hotel Santo Mauro de Madrid, cuando el verano le est谩 dando paso al oto帽o, y viene fresca, como si acabara de salir de la playa. Tiene una sonrisa que s贸lo se le quiebra a veces, como si al pensar se le nublaran los labios. Naci贸 en Roma, es Aitana porque sus padres, ella italiana y 茅l espa帽ol, eran amigos y vecinos de Rafael Alberti, que tambi茅n llam贸 Aitana a su hija. Ahora, esta Aitana S谩nchez-Gij贸n es, en las artes espa帽olas, la Aitana por antonomasia. Acaba de rodar en Noruega una pel铆cula basada en una obra de Ibsen, durante el verano pis贸 los escenarios con Mario Vargas Llosa (es la tercera vez que act煤a con el peruano), esta vez con la recreaci贸n de Las mil noches y una noche, y acaba de estrenar Un dios salvaje, de Yasmina Reza, obra teatral en la que comparte cartel con Maribel Verd煤, bajo la direcci贸n de Tamzin Townsend. Dice que el teatro la compromete, la mete en un riesgo que siempre es diferente, todos los d铆as, mientras el cine, dice, 鈥渆s la libertad鈥. El teatro es la adrenalina, el reto, 鈥渆l que me enfrenta a mis miedos y a mis limitaciones鈥. Su obra ya es larga, desde La segunda ense帽anza, de Pedro Mas贸, hasta La carta esf茅rica, de Imanol Uribe, pasando por La camarera del Titanic, que rod贸 a las 贸rdenes de Bigas Luna; El detective y la muerte, de Gonzalo Su谩rez, o El p谩jaro de la felicidad, de Pilar Mir贸. Pero ahora tiene el teatro otra vez en la sangre, y de ah铆 viene, del teatro, de ensayar, 鈥渃on las pilas cargadas y con mucha ilusi贸n de esta obra, una comedia鈥.
鈥撀縔 qu茅 tiene esta obra que le atraiga?
鈥揕o que me atrae es c贸mo se r铆e Jazmina de todos nosotros y de s铆 misma. Como consecuencia, el personaje que me toca tambi茅n hace que me r铆a de m铆 misma. Ver贸nica, mi personaje, representa las contradicciones de los perfeccionistas y los comprometidos; Jazmina la inventa para re铆rse de los que utilizan los valores para ser pol铆ticamente correctos, hasta que acaba cayendo la m谩scara y salen los instintos m谩s b谩sicos. En todos hay como un dios salvaje que se est谩 confabulando para sacar la verdad m谩s profunda que hay en las actitudes de cada uno de nosotros. Todo el mundo de buena voluntad reconoce como propios determinados valores. Lo que pasa es que luego est谩 la realidad individual de cada uno, que a veces lleva a contradicciones. Pero esos valores est谩n ah铆. Yo los hered茅, me los inculcaron mis padres.
鈥撀緾贸mo fue el aprendizaje de esos valores, el compromiso, la solidaridad?
鈥揂 trav茅s de lo que ve铆a en casa. Nunca perdieron de vista que una de las cosas que ten铆an que hacer con nosotros era transmitirnos una concepci贸n 茅tica del mundo.
鈥揘aci贸 en el 鈥68; hac铆a falta poco para que los padres fueran con los ni帽os a las manifestaciones...
鈥揂 las manifestaciones no me llevaban. Pero me llevaban de muy ni帽a a las fiestas del PCE y a la agrupaci贸n del partido. Pero eran fiestas, eran algo l煤dico.
鈥撀縌u茅 recuerda de la gente que iba a su casa?
鈥揟odo tipo de gente: intelectuales, no intelectuales, estudiantes... Gente muy af铆n ideol贸gicamente, por supuesto. Hab铆a un ambiente divertido, relajado. Las recuerdo como reuniones de amigos en las que se hablaba de pol铆tica, de literatura o de f煤tbol.
鈥揈st谩 a punto de cumplir 40, una edad de balances...
鈥揌ay veces que tengo que repasar el curr铆culum y de repente veo todo lo que hice en estos 24 a帽os de profesi贸n, y me digo: 鈥溌緼 m铆 me ha dado tiempo de hacer todo esto?鈥. Y no he parado, pero tambi茅n me di tiempo a vivir, al margen del trabajo, a tener hijos y a tener una pareja desde hace diez a帽os. A vivir la vida, porque yo la vivo intensamente.
鈥揕e dio tiempo hasta de ir a Hollywood. 驴C贸mo fue esa experiencia?
鈥揑nesperada, porque yo no la busqu茅. Fue como vivir un cuento; es una magia que te envuelve un tiempito, y luego decides que tampoco ese brillo es el que necesitas. Lo viv铆 con mucha felicidad, pero teniendo muy claro que no era 茅se mi camino, no lo era. Yo ten铆a una compa帽铆a de teatro que me esperaba despu茅s de esa pel铆cula (Un paseo por las nubes, con Keanu Reeves, 1995) y ten铆a que volver; sab铆a que no me iba a instalar all铆. Iba y ven铆a con mi agente, mi amiga inseparable Alcira Garc铆a Maroto; nos llevaban en limusinas, nos ense帽aban guiones que sab铆a que nunca llegar铆an a ser para m铆... Era como un sue帽o que no nos cre铆amos en ning煤n momento. Y es un mercado muy competitivo y muy duro, es muy sacrificado. Lo ves en los colegas como Pen茅lope Cruz, como Javier Bardem, como Antonio Banderas... Tienen unas carreras tan brillantes..., y el camino que han tenido que recorrer es tan duro.
鈥揧 no le atrae.
鈥揘o, no me atrae. Porque tambi茅n siento ese lugar como un sitio muy ajeno que no tiene nada que ver conmigo. Hollywood es un lugar muy endog谩mico. S贸lo se habla de cine, viven como de espaldas al mundo. Lo 煤nico que importa es el cine. La mayor parte de las cosas que hacen tampoco me interesa, aunque las cosas que m谩s me gustan tambi茅n salen de ah铆, seamos justos. Pero yo quer铆a volverme. A mi casa, a mi barrio, a mi ciudad, a mis calles.
* De El Pa铆s de Madrid. Especial para P谩gina/12.
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