Página/12 :: espectaculos :: De la vida y la muerte

El Grupo Sa’as tun se ocupa del misticismo y la memoria de los indígenas mayas. Del manantial del corazón es una obra de teatro testimonial yucateco, producto de una investigación. La puesta en escena compila rituales y cuidados pre y post parto de las mujeres yucatecas, el uso de la herbolaria y las costumbres populares que ayudan a aligerar el parto y sirven para la abundancia de leche materna. También remite a rituales de la infancia. El espectáculo invita a la participación activa del público en la ceremonia del Hetzmeek (Bautizo Maya). “Nos interesa que los espectadores formen parte del rito, pero no de ese ‘rito’ inamovible o rígido usado para atraer turistas o investigadores, sino del real, ese que los mayas contemporáneos asumen como parte de su día a día”, adelanta Conchi León, directora y dramaturga.

La obra habla de la vida, pero también, “necesariamente”, de la muerte. Está hecha en base a entrevistas a parteras y mujeres indígenas, en relación a los nacimientos, la muerte de hijos pequeños o de “niños con capacidades diferentes”. “Mi madre dice que una mujer que no ve a su hijo muerto, que no se despide de él, está en riesgo de enloquecer. México es un país lleno de tradiciones con respecto a la muerte, pero parece que en los últimos tiempos la muerte impune de los niños se va volviendo parte de la tradición. Me niego a ello, a que más mujeres enloquezcan ante el hecho de saber muertos a sus hijos y no poder despedirse de ellos. Me niego a un México de mujeres inoculadas por la locura que produce la ausencia de sus hijos; para ellas y para mi madre, para mis hermanos muertos al nacer, va esta obra”, dice León, quien también actúa. “La obra habla de una serie de creencias que afectan a una pequeña región de México, pero curiosamente, esa particularidad la hace universal. Establece una buena relación en otras partes del mundo, esperamos que lo haga también en la Argentina.”